sábado, 3 de marzo de 2012

Mi Mamá me mima

Estos 40 días son como ir a merendar cada tarde a casa de la Sagrada Familia, pero sin merienda.

Le digo a María

- Eso de amar a los enemigos, es tremendo. Escuece, me revuelve por dentro y me duele mucho.

- Lo sé. - me dice mientras sus ojos se llenan de lágrimas - El dolor puede aniquilar pero también puede construir y renovar. 
Una mirada rápida a la frente herida del Hijo; después a Sus Ojos. Y sonríe

- Yo como que no puedo, no sé transformarlo en amor.

- Lo sé. Buscaremos ayuda.


Toma mi mano y la acerca a  la del Hijo.

   

3 comentarios:

  1. Belmonte, el torero, decía aquello de "lo que no puede ser, no puede ser, y, además, es imposible".

    Y Cristo afirmaba: "Para Dios nada hay imposible".

    ¡Resuelto el oxímonon!

    Un abrazo.

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  2. Rafael: Fantástico
    Gracias por dejar aquí la solución del oxímon¡
    Lo de "para Dios nada hay imposible" lleva consigo tantísima esperanza y alegría, que permite pasarse las noches más tristes, saltando y bailando.

    Marita: Me uno al uf. ES tan misterioso eso del dolor.

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