sábado, 31 de julio de 2010

Día grande, S Ignacio

San Ignacio de Loyola

Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad,
mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro:
disponed de ello
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan.
Amén.

ALMA DE CRISTO


Alma de Cristo, santíficame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame,
Agua del Costado de Cristo, purifícame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh Buen Jesús, óyeme!
Dentro de tus llagas, méteme.
No permitas que me aparte de ti.
Del maligno enemigo, líbrame.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a ti
para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén

viernes, 30 de julio de 2010

¿Escuchas cómo se hablan, mi ángel?

Dice que no le escuchas,
que no oyes lo que te habla
Espera siempre una respuesta
de palabras engarzada

No sabe que Tú no contestas
a lo que es la antigua usanza
En ti todo es nuevo, incluso
como contactar con el alma
Una sensación, un amigo,
una idea no pensada
Un revés, una ayuda
una nueva circunstancia.
Al momento pero en su tiempo
que es el que mejor se adapta
En medida no es el nuestro,
lo es en situación adecuada

Hay respuesta, sólo tienes
que escucharla con el alma

miércoles, 28 de julio de 2010

Líos y otras historias sin ángeles.

Mientras me cuenta agobiada que la está asfixiando, mi cabeza insiste en volver a ese mismo café, un año antes. Entonces su cara sonriente explicaba la suerte que había tenido con el nuevo jefe. Con el anterior no conseguía coordinar estrategias, y éste  parecía muy receptivo a escucharla y tomar en serio sus propuestas.
Del buen entendimiento inicial habían pasado al buen rollo, de allí a la amistad y al  tonteo Agazapada entre miradas, sonrisas, trabajos y  bromas, escondida en reuniones hasta tarde, éxitos y fracasos  en una neblina de indirectas, se fue había ido introduciendo sigilosamente una peligrosa pasión.
En la empresa disimulaban, aunque las chispas eran visibles desde la otra parte de la montaña. Salían a comer separados y volvían cada uno por su cuenta. Al acabar el trabajo también se veían, iban a pasear, al cine, a cenar....
Sólo desconectaban los fines de semana, cuando cada uno se dedicaba a su pareja y sus hijos
Recuerdo perfectamente esa tarde. Clara decía que le había devuelto la vida. Había vuelto a recordar lo que era reír, ir al cine ilusionada, tener a alguien con quien  hablar de todo o esperar impaciente un mensaje en el móvil Sentirse segura, importante y querida.
Le expliqué como se veía todo desde fuera, sin la distorsión que produce el enamoramiento Pero no me creyó.
A las pocas semanas, Clara dejó a su marido, para felicidad del jefe que no podía decírselo a mujer  hasta que llegara el momento adecuado. Mientras, disponía de mujer y amante a su servicio.
Cuando se enteró la esposa, lo echó de casa. Al mes él pasaba todos los fines de semana con su "ya-casi-ex-sólo-espera-un-poquito-más"  porque la pobre estaba muy triste y necesitaba compañía.
Las dudas se empezarón a colar en la cabeza de Clara.Un día la llamo la ex. Quedaron para un café; según la esposa él decía que Clara  lo perseguía y acosaba.
Lo fueron a ver, las dos juntas. En un careo a tres

A las dos semanas, Clara ya no tenía trabajo. Ni marido Ni corazón entero. Ni proyecto encauzado Ni ganas de amante
Él ha vuelto con su mujer Pero la sigue persiguiendo.
Y Clara está muy muy cansada ¿Puedes tú ayudarla, mi ángel?

lunes, 26 de julio de 2010

Ángel dormido

Me decían de pequeña que siempre me acompañabas y que ni por la noche dormías.
Al meterme en la cama y apagar la luz, siempre pensaba que tú iluminabas la habitación con un resplandor que no podía ver. Y aunque antes de cerrar los ojos a mi alrededor todo era negro, estaba convencida  que si los volvía abrir, podría ver la habitación iluminada con una claridad celeste y plateada, y los objetos perfectamente perfilados y en su sitio.
He estado hablando con ella. Lo ve todo negro y difuminado. Siente  la realidad distorsionada y oscura y tremenda. Es duro lo que está pasando, peor el no poder asumirlo. Se empeña en seguir como antes, pero la verdad se lo impide. Su mente destila rencor, como u n embalse, se llena Hasta que rebalsa y salpica a su alrededor, empapando de amargura a los más cercanos.
Sufre mucho. Y hace sufrir.
Nunca llegué a abrir los ojos, la confianza me bastaba. Lo del ángel era en gran medida, cierto. Los objetos permanecían por la noche allí , con sus colores, con sus perfiles, quietos
Lo que no era verdad era que quedará todo cubierto  por un manto negro, y las cortinas se convirtieran en brujas, los almohadones en lobos y la lámpara en piratas.
Ojalá ella confiará en la luz que no puede ver, y que está iluminando, en su esencia,  este acontecimiento

domingo, 25 de julio de 2010

Hoy toca respirar domingo y descansar

AGARRATE FUERTE A MÍ, MARÍA. LOS SECRETOS

Estoy metido en un lío
y no sé como voy a salir

Me buscan unos amigos
por algo que no cumplí
Te juré que había cambiado
y otra vez te mentí
Estoy como antes colgado
y por eso vine a tí

Abrázame fuerte a mí, María
Agárrate fuerte a mí
que esta noche es la más fría
y no consigo dormir

Agárrate fuerte a mí, María
Agárrate fuerte a mí
que tengo miedo
y no tengo donde ir

Mañana cuando despiertes
estaré lejos sin ti
No creo que pase nada
de otras peores salí

Si acaso no vuelvo a verte
olvida que te hice sufrir
No quiero si desaparezco
que nadie recuerde quien fui

Agárrate fuerte a mí, María
Agárrate fuerte a mí
que esta noche es la más fría
y no consigo dormir

Agárrate fuerte a mí, María
Agárrate fuerte a mí
que tengo miedo
y no tengo donde ir

Agárrate fuerte a mí, María
Y no llores más por mí
Volveré a por ti algún día
y escaparemos de aquí

Agárrate fuerte a mi, María
Agárrate fuerte a mí
que tengo miedo
y no tengo donde ir

sábado, 24 de julio de 2010

Por batir tus alas, mi ángel

Gracias

Por la brisa que refresca su frente
y con un suave movimiento
miedos nocturnos resistentes al día
hacer desaparecer al momento

Por batir tus alas esta mañana
chispas de vida dispersar al viento
verter en su corazón tembloroso
suave y dulce licor de sosiego

viernes, 23 de julio de 2010

Correos de ángeles

De las dos oficinas de correos más cercanas, he escogido ir hacia la que cae un poquito más lejos y en subida. A pesar del calor me compensa porque la zona queda más despejada de tiendas, colegios y sobretodo de gente.
Se trataba de enviar  una caja de unos trece quilos a Málaga, intentando no  cruzarme por el camino con nadie conocido.  No me apetecía tener que dar explicaciones de  por qué iba por la calle arrastrando un carrito de la compra, con una caja de cartón en lugar de cesta, atada a la carcasa del carro con cinturones de tela.
Pero como mandan los canones, me he cruzado con Tere. Esta chica tiene la virtud de aparecer en el momento más inesperado, dar un toque de alegría y ternura, y desaparecer.
Iba de bólido, buscando material para llevar a sus niñas de Togo y un libro de gramática española para el cocinero. Se nos vuelve a África, a dedicar sus vacaciones a colaborar.
Pero se ha parado para contarme sus vacaciones, preguntarme por mi y decirme que parezco un mendigo con mi  casa a cuestas. ¡Anda, que simpática¡
Cuídala en su viaje, mi ángel. Cuida también de sus niñas
Y ya puestos, vigila  a  mi paquete para que llegue entero a su destino

jueves, 22 de julio de 2010

Campana sobre campana

Al entrar, con prisas y deslumbrada por el sol, en el sombreado vestíbulo de la iglesia, me sorprende algo así como un retablo. Se alza en la entrada, contra la puerta principal cerrada, esperando los últimos retoques eléctricos y de sonido.
Doce las campanas, colocadas unas sobre otras, en cuatro filas: una campana, tres, tres,tres y dos; sujetas a unas  vigas de madera con gruesos tornillos y estas enmarcadas en un armazón de hierro.
Según un gran poster colgado en el corcho, cada una tiene su nombre: Teresa, Carmen, Eulalia, Clara, Isabel.... incluso un par tienen nombre compuesto. Cada una, una nota.
Las he mirado de cerca, por todos lados, por dentro y por fuera, pero no he sido capaz de ver si tienen el nombre grabado en su metal.
Mañana volveré a pasar, para ver si siguen en la entrada o ya han ocupado su puesto.
Será bonito oírlas tañer. Cantar las alegrías de bodas y bautizos, acompañar la despedida a los difuntos o simplemente tocar las horas. Todo dando gloria.
Recordar durante el día, lo que hay más allá del tiempo.
Que al elevarse suban nuestros esfuerzos al cielo, y al descender traigan envuelta en brisa fresca, esperanza  y paz, en rachas de viento
Quizás los vecinos no opinen lo mismo.
Mi ángel, ¿ podrías tú  desviar el sonido para que no moleste a los más sensibles? ¿prodrías hacerlo llegar a quienes necesiten un recuerdo del cielo?

miércoles, 21 de julio de 2010

Mi ángel, ¿Dios nos sonríe?

Sentada en las piedras del muro, esperando a Ana, me han regalado eso que tanto me gusta, unos minutos de tranquilidad al aire libre, sin prisas viendo pasar a la gente.
Estudiantes, amigos, parejas. Mi mirada, de forma disimulada, se detiene unos microsegundos en cada una de las distintas personas que pasan por allí
Un joven paseando con una mochila sobre su pecho de la que asoma la peludita cabeza de un perro de ojos vivos y orejas traviesas. Adelanta a un matrimonio mayor, él anda con esos pasos pequeñitos propios de la tercera edad, ella cogida de su brazo acompasa su vitalidad al ritmo de él.
Dos de cuarenta, con su traje y su corbata ríen y discuten de forma animada sobre algo que implica dinero, internet, negocios y alimentos.
Pasan delante de una veintiañera que sentada en un banco, escribe en una libreta, concentrada y desconectada del exterior  por sus walkmans, pero ni la miran.
La nota de vitalidad y alegría la dan tres adultos con quince niños de unos siete años. Van recogiendo hojas del suelo y metiéndolas en un sobre que llevan enganchado en la bata. De tanto en tanto,  cuando lo marca la que debe ser la profesora encargada, se acercan, en fila, a un árbol y lo saludan felicitándole por los 10, 20 o 60 años que tiene.
En esto que pasa rápido un alguien. El abuelo cae, los niños no se enteran y siguen con sus hojas. La chica sentada grita. Le han robado la bolsa.
Alguien que pasaba con una bicicleta sale disparado detrás del ladrón. Al poco vuelve con la bolsa. Casi lo alcanza, que significa que se ha escapado. Cuando estaba a punto de cogerlo ha tirado el bolso, el de la bici ha caído, y el ladrón ha desparecido. Ella le sonríe mientras revisa el interior del bolso.
Los abuelos ya siguen su marcha, los dos de cuarenta le han ayudado a levantarse.
Los niños dirigidos por la profesora le cantan al árbol más antiguo, cumpleaños feliz

Sí. Existe gente buena, existe gente mala y existe gente buena y mala
Y sobretodo Dios que nos sonríe a todos

lunes, 19 de julio de 2010

Mi ángel, ¿cenamos fuera?

Cenamos con Lía y con Isa. Te necesito. Son fantásticas y aunque se manejan por túneles un tanto oscuros, nunca han tenido un accidente grave.
De todas formas, si pudieras conseguirles un poquito de luz.
La justa para asegurar que llegaremos al final sin alejarnos demasiado de la ruta.

domingo, 18 de julio de 2010

Solos con mi ángel en el cine

Hace mucho que no voy al cine, y menos sola. De hecho no recuerdo haber entrado en una sala a ver una película, sin compañía.
Pero hoy, ante la amenaza de que retiren la película, me he lanzado. Si al principio podías verla en tres salas, ahora sólo en una y en tres sesiones de horario muy raro: la una de la tarde, las cuatro y las seis.
He llegado a la de las cuatro, para así no tener que suspender la quedada de las seis. Pensaba que a esas horas y en domingo, casi no habría cola. Craso error, he tenido que esperar unos diez minutos, para comprar la entrada y llegar a la sala justo cuando empezaba la película.
A los pocos minutos, cuando mis ojos se han acostumbrado a la penumbra, he podido contar unas seis personas en la sala, que sumadas a tres que han entrado más tarde y la mía propia, dan una cifra de espectadores no muy espectacular.
Imagino que al director del cine no le hará mucha ilusión el escaso quórum, pero a mi me ha encantado poder ver la película sola en mi fila, sin vecinos cercanos, pero sintiendo una especial camaradería con el resto de asistentes.
El documental refleja las cualidades de los curas. El eje del argumento es el día a día de un sacerdote explicado a través de los testimonios de la gente que lo conoció. Así se da a conocer cómo es la vida de un sacerdote y el inmenso valor que tiene.
Cuando voy con los amigos al cine, soy de las que se concentran en la película, evito los comentarios con los compañeros y hago esfuerzos por no hacerlos callar con una colleja.
Pero esta vez, por esas cosas de la vida,  el mensaje se iba metiendo tan dentro de mi corazón, que no he tenido más remedio que ir comentándola con mi ángel
Espero, mi ángel, que esto no te haya molestado.
Al menos no he sentido en mi nuca ningún toque  de ala.

sábado, 17 de julio de 2010

¿Sientes mi ángel, la alegría?

Hoy sábado diez de la mañana, voy hacia la peluquería. Unas cuantas raices empiezan a ser descaradamente blancas y buscan lucirse por encima del castaño de mi pelo.
Por el camino, voy mirando las tiendas, todas en rebajas del 40, 50 y hasta el 70% . Tiendas vacias, apenas dos o tres mujeres mirando las estanterias. Se nota que ha llegado el calor del verano; todos esos brazos que entre semana revuelven las tiendas, hoy estan descansando al sol de las playas.
Entro en la peluquería y oh sorpresa, está repleta de mujeres. Cuatro de ellas van a una boda; perfectamente peinadas, alguna incluso perfectamente despeinada, con esos revoltijos de cabellos que sólo expertas manos de peluquera saben organizar. Ya han llegado a la fase final, la de maquillaje, sólo les falta cambiarse el vestido. Son compañeras de trabajos, dos muy jovencitas, dos jovenes y finalmente entra otra compañera,  futura mamá, ya arreglada, vestida, peinada y maquillada, que las viene a recoger.
Mientras espero sentada en una butaca, con la bata roja sobre mi camiseta y una revista en las manos, las observo por el espejo. Hablan, rien, comentan, acarician la barriguita en donde se esconde el bebé, se lanzan piropos, retocan los labios y una saca tres pulseras del bolso para entre todas decidir cual es la más adecuada.
Se miran al espejo, piden socorro a las peluqueras, se cambian las zapatillas por  los zapatos de tacón y al ratito, viendo que aún falta tiempo, vuelven a los pies las chancletas.
¡Cuanta ilusión en una boda¡ Celebrar la promesa de compañia mutua de dos amigos.
Para siempre
Habrá sonrisas y habran lágrimas.
Y para eso la promesa, para que en los momentos en los que parece que las lágrimas te ahogan y sobrevivir pasa por  separar los caminos, la promesa una.
Hasta la muerte
Antes de irse una foto. O dos por si las moscas
Cuanta alegría en una boda.

viernes, 16 de julio de 2010

Sobre el mar, ¿te acaricia el agua, mi ángel?

Hoy es el día en que el cielo refresca el mar, y el mar se refleja en el cielo
Apoyada en la cubierta del barco, espero que vuelva mi amiga. Me he llevado un libro para leer, pero el paisaje de cielo y mar, nubes y espuma, puede más que la historia.
Las olas estrellándose contra el casco. Sobre la piel, el reflejo de las gotas que juegan a saltar por el aire.
El agua, fragmentada en pequeñísimas chispas voladoras, refresca los brazos.
¿se siente igual su frescura  cuando lo sobrevuelas?
Hoy es el día en que se juntan cielo y mar; estrellas de luz y de agua.

jueves, 15 de julio de 2010

¿Sientes tú el calor, mi ángel?

El día ha sido largo, caluroso y denso. Mucho trabajo, muchos enredos, caras tristes y sonrisas tremendas
Al fin ha llegado la noche con su manto oscuro y su aroma a silencio. Ya toca ir a dormir
Pero el calor es asfixiante, y parece que todo se ha confabulado para agravar la sofocante sensación.
La almohada empapa de sudor mi frente.
La cabeza se niega a entrar en el sueño, si no baja la temperatura.Y yo que estoy agotada y sólo quiero dormir.
Abro la ventana, pero no entra ni una minibrisa que aligere el ambiente
Necesito dormir.
Pasan segundos, minutos, horas
Vuelvo a abrir los ojos y ya es de día
Al final el sueño vino a mi, a pesar del calor agobiante.
¡Qué gran aliado  es el tiempo¡

Acaríciale un poquito el corazón, mi ángel

No sé que les pasa a mis ojos. Hoy están llorosos.
Al salir del trabajo me he dirigido al tanatorio. Antes de entrar me he cruzado con Pablo; comenta que María está muy tocada.
Hace sólo unos meses falleció su madre, y su padre no ha tardado en reunirse con ella.
Esta triste. Mírala a los ojos
Ahora ya no tendrá con quien subirse a la máquina del tiempo y volver al pasado. Recordar escenas de la infancia, excursiones, amigos, vecinos raros, el primer coche O buscar en la memoria el nombre de esa ciudad que visitaron, el hostal y  las anécdotas del cole
Cuando entre en el piso, los ojos volaran al sillón, y al no encontrarlo recorrerán la sala. Mientras, la  cabeza intentará frenar esa búsqueda desesperada con una buena dosis de racionalidad, sin conseguirlo
Echará en falta sus llamadas por teléfono Y mil veces al día pensará en lo que le contará cuando llegue a casa, para caer en que la comunicación visual ya no es posible
Y desde el cielo, los dos, papá y mamá, la mimarán

lunes, 12 de julio de 2010

Cerrando el día, oscureciendo los ojos

Con menos carga, mañana arrancar será más fácil
Porque hay quien cree que podemos conseguirlo.
Y sabe que la victoria es nuestra
Y yo sé su secreto, y le creo.
Mañana no podremos esconder la  sonrisa.
No importa perder batallas
La conquista final es nuestra

domingo, 11 de julio de 2010

condena

En la sala todos callados esperando la sentencia.
La madre cerró los ojos.
Le declararon culpable aplicándole una condena de las más rigurosas.
Pasaron cinco años Cada día en prisión, esforzado en el estudio y en el trabajo, lejos de ese amigo que lo había introducido en el mundo de las drogas. Consiguió construir una maqueta con fundamentos fuertes para su nueva vida.
Como  la arena de la playa rozada por el mar, su vida anterior fue borrada.
Alguien tocó en el hombro a su madre, como para despertarla
Ya iban a dar el veredicto
Ojalá las condenas fueran salvavidas de vidas

sábado, 10 de julio de 2010

Hace calor

y la cabeza se me derrite.
Ayer me fuí a dormir tardísimo, pero tempranito la claridad del sol, me ha despertado
Mientras desayunaba, tomaba el café intentando organizar en la cabeza los recados a solventar en este sábado por la mañana. Cuatro temas principales a realizar : comprar  bombones para felicitar a los padres de Carmina e ir a visitar a la recién llegada, que seguro es un bebé precioso; comprar cuatro cosas en el super; tirar una carta y entrar en la tienda para probarme un par de tejanos.
A mediodía he regresado a casa, sólo con un tema completado El resto ha quedado sumergido en el olvido generado por el calor
¿Adivinais qué es lo que ha conseguido superar esta amnesia temporal? Carmina. Está preciosa y sus padres, ya por segunda vez, enormemente contentos

viernes, 9 de julio de 2010

Mira mi angel

Escucha mi ángel, escucha  como defiende.
Una hora detallando todo lo que no funciona:  el gobierno, los impuestos, el estado de bienestar, los trabajadores, las leyes, la sanidad, educación... Y su forma de resolverlo mediante un estado en gran proporción liberal, en donde el estado intervenga en grado mínimo.
Mírale. Desprendiendo palabras que se pisan unas a otras. Los ojos motor de fuegos artificiales, despiden chispas de emoción. Las manos se mueven de un sitio a otro acompañando los gestos de su cara. Los pies lo desplazan de un extremo a otro de la  linea invisible trazada en el suelo
Cuando le replican, calla. Pero no escucha.
Su alma es una masa en expansión y hay que esperar que se calme
No sé si tiene razón. Aunque intento, una y otra vez, concentrarme en sus argumentos, la puesta en escena me roba la atención y no consigo retener sus palabras.
Siéntele mi ángel.  Cuando aprenda a  calmar su explosión, y escuchar y explicar al tiempo, será un líder neto

jueves, 8 de julio de 2010

No es facil

Me cuenta que sólo poner un pie en el colegio, Dolores, le ha cogido del brazo.
Es la señora que al mismo tiempo que mantiene el colegio impecable, conoce a todos los niños y cuida abuelarmente de los profesores. "Mercé está en su clase,ve a verla" y soltándole el brazo, le ha dado un cariñoso empujón en la espalda, en dirección al área de primaria. Sin darse apenas cuenta estaba llamando a la puerta de primero.
Mercé, profesora ya de 20 generaciones de mocosos de siete años, estaba sentada en su mesa, revisando las fichas de sus alumnos. Entrar en estas aulas es sumergirte en un espacio encantado. O hay peces de colores, con escamas de papel de seda y cola de plata nadando, o hojas de otoño congeladas en su descenso, o animales de la granja, planetas, ríos, países, esquimales, agua en todos sus estados...
Pero al girar ella la cara para mirarle, se ha roto el sortilegio. Los ojos recorridos por venitas rojas y enmarcados en  tristes sombras. La piel cansada, respiración lenta. Y la sonrisa, su sonrisa que siempre da un toque de alegría, intentaba dar fuego y sólo generaba chispa.
Con cualquier otro hubiera dado un rodeo, pero tantos años luchando juntos por el colegio, lo hacia innecesario
 "¿Qué ha pasado?"   "Quique, mi Quique, que viene, y va, y busca dinero, y cuando no está drogado está buscando la droga.... Y ya no puedo más.
Han hablado un ratito, hasta que la primera criatura se ha colado por la puerta.
Sólo oirla entrar, su cara ha cambiado:  su piel se ha tensado, ha vuelto la sonrisa brillante, las sombras han desaparecido y ha vuelto a ser la maestra, referencia de sus niños
Pero en sus ojos aún ha quedado un algo de tristeza.
No es fácil la vida. No es fácil sufrir por los otros.
No es fácil Pero aún así se puede seguir viviendo, y de vez en cuando, sonreir.

miércoles, 7 de julio de 2010

Revoloteando

He salido del trabajo a las dos y diez. Últimamente me quedo esos minutillos de más trabajando para no desesperarme delante de las puertas del ascensor, viendo como sube y baja repleto de gente, y yo sin poder subirme en él y escapar de la oficina
En la calle la claridad ciega los ojos y el bochorno resbala por la piel, dejando un rastro pegajoso.

Allí, parada en un semáforo con la mirada concentrada en el cambio de luces y pensando en mis problemas, me ha encontrado Mar.

Ha parado la moto justo a mi lado. Yo seguía tan embobada en mis historias que hasta que no se ha quitado el casco, no la he reconocido. En un segundo a mi alrededor ha formado todo un torbellino de palabras, gestos, colonia, colores, pañuelos, ropa y colgantes, que me ha hecho olvidar el calor. Ha renovado la información de mi mente, con actualizaciones sobre trabajo, viajes, estado sentimental propio y de amigos; y después de interesarse por mí, ha desaparecido.

Ha sido casi como un golpe de aire. A mis inquietudes y dudas se han unido el infarto del padre de Nacho, la depresión de María, el paro de Juan, el nacimiento de los gemelos, una separación y una boda, el ascenso de Miguel, cambio de piso de Ana, vuelta al Perú de Raquel, accidente sin heridas de Pedro ….

Al irse me ha dejado sobre la piel una caricia
Alguien me la ha enviado como un ángel para unir las cavilaciones de mi alma al corazón de todos ellos.
Y ahora todo va mucho más ligero
Un millón de gracias

martes, 6 de julio de 2010

Mañana de furia, tarde de cuna

Amanece rojo y el día promete ahogarnos en calor
Ya en el despacho, ha llegado Leo, aparentemente  tranquilo.
Pero como uno de esos coches nuevos que en 10 segundos se ponen a cien, a los dos minutos ya iba acelerado
El tema era complicado, vale. Los puntos de vista son distintos, es verdad. El orgullo herido es de los peores consejeros, y la desconfianza un veneno poderoso, todos lo sabemos
Pero de eso, a defender lo indefendible, a poner a los que se han salido con la suya como víctima totalmente inocente y a la víctima como un tirano, hay mucha distancia.
He intentado razonar, hablar, hacerle ver que hay otro punto de vista. Pero se ha cerrado en banda
Incluso ha perdido ese tono negociador tan propio de él, con el que al final siempre consigue lo que quiere.
Transparenta nervios y lucha, una base inestable carente de seguridad.
Una careta que se descubre para mostrar otra que se aparta y aparece otra.
Me ha dejado intranquila
Espero que un día encuentre su esencia, la de verdad y pueda seguir con orgullo su camino y su cara real al viento.
Por la tarde gimnasia. Agotadora, asfixiante.
El último ejercicio, estirados en el suelo, las rodillas contra el pecho recogidas con las manos. Y balancearse de un lado a otro, como una cuna. Música de fondo  tchaikovsky Osuridad tenue Acunando el alma.
Y se me han dormido los nervios. Y se me ha despertado la esperanza

lunes, 5 de julio de 2010

Claridad y tinieblas

Adora los cuadros de contrastes, llenos de luces y sombras

Segundo lunes de julio y se despierta inmerso en un enorme Caravaggio
Todo alrededor es penumbra.Tiempo y espacio pintados de negro.
Ni la luz del sol la logra diluir.
Pasa el día y se suceden las horas de oscuridad y tiniebla
Soportan sobre ellas el peso de tanta tristeza y amargura, que el tiempo no puede seguir su ritmo y se ralentiza su paso.
Entre tanta sombra, al fondo un reflejo de luz.
Casi no se ve, tal es la densidad del ambiente que ni siquiera resalta  entre tanta pena.
Pero se adivina una lágrima, ternura rallada en chispas.
Y un abrazo que le espera
No está solo.

A cinco minutos de cerrar el día

Volvía  a casa en ferrocarriles.
Eran las diez de la noche, y la claridad aunque en retroceso y con la derrota definida, aún mantenía su batalla contra la oscuridad
En el vagón, jóvenes extranjeros, de piel enrojecidamente blanca,  palabras de tierras lejanas, juventud en los ojos, y sonrisa en las manos. Con camisetas y toallas, se adivina que vienen de la playa.
Las chicas con una gran rosa en la mano. O en la oreja. O enganchada a los grandes capazos rellenos de sueños
Están disfrutando de sus vacaciones
Yo, con mi piel simplemente blanca, las palabras de siempre, arruguitas en los ojos y las manos cansadas. Sin arena de la playa en los pies,  ni rosa prendida en el pelo
Regresó en el mismo tren que ellos. Sin ninguno de sus accesorios,  con el alma  ligera y en vuelo.
Tengo lo que más quiero, dentro. Lo protejo
Vuelvo feliz

sábado, 3 de julio de 2010

Hoy no escribo

Va de dientes

Tenía 9 años, y sus visitas al dentista eran ya muy frecuentes.
El ritual siempre el mismo. La pasaba a buscar su madre, a la salida del cole, y de allí se subían al autobús que las acercaba a la consulta.
Reconocía que ya habían llegado, por  un quiosco que ocupaba el local de la casa. Pequeño y totalmente repleto de  revistas que llenaban los ojos de miles de temas, se veía de lejos por el mosaico que formaban las distintas portadas.
Oscura y antigua, atravesar la amplia portería, era para ella una aventura. Disimuladamente, se apretaba al brazo de su madre, para poder agarrarse rápidamente si se abría alguna de las puertas de los laterales. Subían los escalones que llevaban al primer piso. Bueno, la escalera seguía hacia arriba  pero nunca pasaron de la primera planta, y lo que había por encima constituía un misterio.
Llamar al timbre  y saludar. Después todo era rápido: entrar, sentarse, mirar los cuadros de la pared, las orlas, los títulos, y ya entrar en la sala mágica, la consulta.
Más saludos y subirse al sillón camilla
Azul y blanca,  con olor a menta, la  pequeña rotonda de grandes cristaleras, y un pequeño balcón oculto tras uno de los vidrios,  trasladaba su mente a los hoteles británicos de la india colonial, de esas películas que les fascinaba tanto.
Allí estirada sobre la silla, abría la boca más y más. Las manos cogidas, con fuerza. Los ojos clavados en el termómetro que colgaba, justo enfrente, entre ventanales. Por los oídos entraban las ordenes serias y estrictas del doctor hacia las dos enfermeras.
El dentista serio, amable, corto en palabras y grande en sentimientos
Al final bajar de la silla, y una felicitación por ser "valiente princesa"
Y bajar las escaleras con una pieza más empastada y la cabeza alta, para no perder la corona que  ha creado con sus palabras.
Treinta años después, en una comida algo se desprende de la boca. Uno de los empastes se separa de la muela y cae.
Muchos años juntos , iniciados con  corona y aventura. Ha ayudado a materializar ideas, a constituir palabras Y ahora se acaba.
Volver al dentista. en otro local, un poco más arriba. Otra persona, la hija. Otras enfermeras.
Otra pieza.
Empieza una nueva etapa.

jueves, 1 de julio de 2010

Calor y precios

Bajan los precios y suben los grados.
Primer día de rebajas y este año las tiendas no rebosan de manos.
Ni la reducción en precios, anunciada en porcentajes sobre enormes carteles
Ni el atractivo del aire acondicionado, en el primer día de calor asfixiante
Ni  la necesidad de llegar a casa convencidos de haber hecho el negocio del año
Ni el miedo a un futuro inciertamente oscuro
En los comercios, se ve gente, sí. Pero no están repletos.
La histeria por encontrar el menor precio, ha desaparecido.
¿Habremos crecido o será que no hay suficiente dinero?