viernes, 21 de marzo de 2014

Viernes, primavera y cuaresma (combinaciones de tres)

Viernes,primavera, cuaresma
Escarlata, esmeralda y violeta
Incienso, miel, olivo.
Recogimiento, mirada, atención
Dolor, Vida y Camino
Predilección, ternura, pasión
Amor, Amor , Amor





miércoles, 19 de marzo de 2014

Feliz día de S José

Cuando necesitas una mano, un consejo, una idea, un arrimar el hombro, un oído, asesoramiento, una solución, un nuevo camino...
Te pasas días dándole vueltas y más vueltas. Lo consultas con la almohada, lo hablas con un amigo, lo comentas con el vecino, preguntas a la familia.... 
Y de repente alguien te dice 
-¿ Por qué no le pides a José que te eche una mano?
Y tú, que ya llevas mucho tiempo con el problema encima y cada vez te pesa más, piensas que  no tienes nada que perder 
Le consultas.
Él con su voz grave y juvenil, te da la solución posible, sencilla  y práctica; como el trabajo de un carpintero. Y no se queda allí, además te ayuda a materializarla. Y te sonríe

¡ Feliz San José !

¡ Feliz día del padre !



ORACIÓN A SAN JOSÉ DE SANTA TERESA

Glorioso Patriarca San José, 
cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, 
venid en mi auxilio en estos momentos de angustia y dificultad. 

Tomad bajo vuestra protección
las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo, 
a fin de que tengan una feliz solución. 

Mi bienamado Padre, toda mi confianza está puesta en Vos. 
Que no se diga que Os he invocado en vano
y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María, 
mostradme que vuestra bondad
es tan grande como vuestro poder. 

Amén.







martes, 18 de marzo de 2014

S Salvador de Horta

18 de marzo
SAN SALVADOR DE HORTA (1520-1567)
por Edelvives

Humilde hermano profeso de la Orden franciscana, que nació en Santa Coloma de Farnés, provincia de Gerona, y murió en Cagliari (Cerdeña). En su juventud fue aprendiz de zapatero, y ejerció luego varios oficios en los diversos conventos a que fue destinado por los superiores, a consecuencia de los problemas que creaban los muchos milagros que Dios obraba por su medio.

A principios del siglo XVI vivían en la aldea de Bruñola, de la diócesis de Gerona, dos esposos jóvenes, propietarios de una masía llamada Masdevall, y regularmente ricos y buenos cristianos. El porvenir se presentaba a sus ojos apacible y lleno de esperanzas; pero por circunstancias que ignoramos, los dos esposos se vieron completamente arruinados, y de allí a poco hubieron de ser admitidos por caridad, enfermos y sin recursos, en el hospicio de Santa Coloma de Farnés.

Sin embargo, como dice el apóstol San Pablo, a los que aman a Dios todo les viene a parar en bien; las pruebas cristianamente sobrellevadas se convierten en un manantial de riquezas eternas para el cielo, y hasta pueden, si así lo permite el Señor, atraer bendiciones en esta tierra.

Habiendo recobrado la salud los dos enfermos, pidieron a las autoridades de Santa Coloma que les permitieran consagrarse al servicio del hospital. Concedióseles este favor y se dedicaron a ayudar a los pobres y a los enfermos con alegría y con ejemplar caridad cristiana. Por entonces, es decir, hacia 1520, les concedió el Señor un hijo de bendición, al que pusieron por nombre Salvador, el cual, andando el tiempo, obraría incontables milagros. Diéronle cristianísima educación y el niño se mostró desde su infancia modelo de obediencia y de piedad.

Aprendiz de zapatero. Vocación religiosa

Llegado a la edad de la adolescencia, Salvador fue enviado a Barcelona con su hermana Blasa y fue colocado como aprendiz de zapatero, pero ignoramos si llegó a aprender completamente el oficio. Sintiendo en el fondo de su corazón la voz de Dios que le inspiraba el deseo de dejar el mundo, fue a suplicar a los franciscanos del convento de Santa María que le recibiesen en la comunidad en calidad de hermano converso.

Con gran alegría suya fue recibido y revestido del hábito de San Francisco. Pusiéronle de ayudante del hermano cocinero, religioso de mucha virtud, que se encargó de formar al recién venido en los ejercicios de la obediencia. Su tarea era fácil. Con una docilidad incansable, fray Salvador se entregaba a los más humildes oficios, encendía el fuego, fregaba los platos, limpiaba las ollas y hacía todo lo que le mandaba el hermano cocinero. Amigos del silencio, no salían de sus labios otras palabras que los dulces nombres de Jesús y María, a quienes invocaba durante el trabajo.

Los padres franciscanos, al ver la virtud de este joven hermano, novicio aún, decían que había de ser sin duda más tarde, por su santidad, una de las glorias de su Orden.

Un día, sin embargo, cayó en falta, pero muy a pesar suyo. Ocurrió esto con motivo de una de las fiestas patronales del convento. El canciller del reino, excelente cristiano y muy devoto de los franciscanos, les había anunciado que iría a comer con ellos, acompañado de varios personajes notables, amigos suyos. Todo el mundo sabe que los hijos de San Francisco viven de limosnas; así es que el inteligente canciller había cuidado de enviar de antemano abundantes provisiones, de forma que el hermano cocinero tuviera con qué preparar un buen festín.

Desgraciadamente, durante la noche, este buen hermano fue acometido de una recia calentura y encargó a fray Salvador que avisase al padre guardián; pero después de la comunión quedó absorto en una larga acción de gracias, a modo de éxtasis que duró varias horas.

Llegaba entretanto la hora de la comida y el padre guardián fue a la cocina para ver si todo estaba preparado con arreglo a sus órdenes. ¡Qué sorpresa! Ni siquiera estaba abierta la puerta. Envió inmediatamente a buscar al hermano cocinero, a quien encontraron enfermo en la cama; el pobre hermano se excusó diciendo que desde el oficio de media noche había encargado a fray Salvador que avisase al padre guardián y le entregase las llaves.

El padre guardián, indignado, corrió a la iglesia, hizo salir a Salvador, lo abrumó con los más humillantes reproches y declaró que semejante afrenta hecha a toda la comunidad y a sus nobles huéspedes merecía que lo echasen del convento. Arrebatándole las llaves, fue él mismo a abrir la cocina. Apenas hubo entrado, se ofreció a sus ojos un maravilloso espectáculo. Todo lo que habían mandado la víspera estaba muy bien preparado, sin que hubiese nada que desear. Era seguro, sin embargo, que nadie había podido entrar en la cocina. Dios había querido revelar la santidad de su joven servidor y, guardándole para sí mismo toda aquella mañana, había suplido su ausencia por medio de los ángeles, o de otro modo milagroso.

Fray Salvador no fue, pues, despedido del convento y aprovechó admirablemente el caso para practicar más y más la obediencia y la humildad. Cumplido el año de noviciado, fue admitido a pronunciar los votos solemnes.

Portero y hermano limosnero en Tortosa

El padre provincial lo envió a Tortosa, al convento de Santa María de Jesús, cuyos religiosos tenían fama por su observancia y austeridad. Fray Salvador continuó allí la vida de oración, penitencia y humildad que había empezado en Barcelona. Todas las noches azotaba cruelmente su cuerpo, quebrantado ya por el ayuno. Todas las mañanas se confesaba y comulgaba. Portero y limosnero sucesivamente, brillaron sus virtudes a los ojos de los habitantes de Tortosa, que pronto le conocieron y le veneraron como a un santo y se encomendaban a sus oraciones.

Por su cargo de portero había de recibir a los pobres que se presentaban y darles limosna. Su caridad era tan generosa que la comunidad llegó a asustarse y el padre guardián reprendió al Hermano. «Padre -respondió fray Salvador-, ¿por ventura no hay que dar limosna a los desventurados que nada tienen? Repare su reverencia que, con haber dado tanto, a nosotros no nos ha faltado nunca lo necesario».

Uno de los principales habitantes de la ciudad tenía un hijo gravemente enfermo. Viendo pasar a fray Salvador, que iba a pedir limosna, fue a echarse a sus pies, suplicándole que pidiese a Dios la curación de su hijo. Conmovido hasta derramar lágrimas, el buen Hermano entró en la casa, bendijo al niño, rezó por él un Avemaría y se retiró. Antes de que acabase el día observaron los padres que el niño estaba curado.

En la aldea de Galera -cerca de Tortosa- curó a una niña que padecía cuartanas, tocándola con su rosario y rezando un Avemaría.

La fama de santidad de fray Salvador y las gracias que se obtenían por sus oraciones, llevó muy pronto a la puerta del convento de los franciscanos tan gran número de personas que querían verle y encomendarse a él, que los Padres vieron en esta afluencia continua un peligro para la paz del claustro y para el mismo Hermano. En consecuencia, suplicaron al padre provincial que enviase a fray Salvador a otro convento.

El santo fraile de Horta

A unas seis millas al norte de Tortosa, perdida entre los montes, se hallaba una aldea pobre y solitaria llamada Horta. En otro tiempo los Templarios, dueños del lugar, habían erigido allí una capilla en honor de la Santísima Virgen. Esta capilla había sido dada más tarde a los Hermanos Menores, y algunos vivían allí en un pequeño convento casi a modo de ermitaños. Aquel lugar parecía un retiro muy seguro para conservar a fray Salvador en la oscuridad y la soledad. Por orden del padre provincial, el Hermano dejó la ciudad de Tortosa y fue a ocultarse en Horta. Esto ocurría en 1559.

Pero Dios, que quiere servirse de instrumentos humildes para hacer resplandecer su gloria, no permitió que menguase ni en un punto el brillo de la santidad de su siervo ni aun a los ojos de los hombres; y esta aldea de Horta, oculta y desconocida hasta entonces, fue pronto célebre en toda España.

Un día las autoridades de la aldea tuvieron el pensamiento de pedir al humilde Hermano que rogase por ellos y por sus convecinos. Salvador, movido por una inspiración divina les respondió:

-- Preparad una gran hospedería con muchos alojamientos y víveres en abundancia, porque Dios quiere glorificar a su Madre que se venera aquí y obrar maravillas por su intercesión. La afluencia de gente será muy grande.

Retiráronse las autoridades harto pensativas e indecisas sobre lo que habían de hacer; unos daban crédito a la profecía y otros no, de modo que no prepararon nada. Algún tiempo después, se vio llegar a una multitud de unas dos mil personas, entre las que había muchos cojos, sordos, jorobados, paralíticos y gran número de enfermos que allí llevaban a pesar de las dificultades del camino. «¿Dónde está -preguntaron- aquel hombre santo que hacía tantos milagros en Tortosa?».

Los habitantes les enseñaron el convento de Santa María, y los peregrinos fueron a llamar a la puerta, pidiendo a gritos por fray Salvador. Hubiera sido peligroso no acceder a su petición; fray Salvador se presentó, pues, ante la multitud y dijo a los peregrinos que se confesasen, que comulgasen y que invocasen a la Santísima Virgen María.

Cuando hubieron cumplido este mandato, el Hermano apareció de nuevo, bendijo a la multitud en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, y todos los enfermos quedaron curados, excepto un paralítico.

-- No olvidéis -añadió Salvador, al despedir a la multitud-, no olvidéis de mostraros agradecidos a Dios por los favores que acaba de concederos por intercesión de su Santísima Madre.

-- Y yo -preguntó el paralítico-, ¿por qué no he sido curado como los demás?

-- Porque no te has confesado ni tenías confianza como ellos -respondió Salvador.

-- Quiero confesarme ahora -dijo el enfermo con humildad-, y pido perdón a Dios de todos mis pecados.

-- Si así es, levántate -repuso el hermano franciscano-, levantáte y ve a confesarte.

El enfermo obedeció, se levantó y fue por su pie a confesarse: estaba curado.

Los peregrinos se volvieron publicando por todas partes las maravillas de que habían sido testigos. A partir de aquel momento, y durante varios años, no pasó día en que no se viesen llegar a Horta centenares y aun millares de personas. El número de éstas aumentaba en la Semana Santa y en las festividades de la Santísima Virgen; un año, en la fiesta de la Asunción, llegaron a seis mil los peregrinos. Como la aldea no podía bastar para albergar a tantos forasteros, muchos acampaban bajo los árboles o en tiendas de campaña. Gracias a una providencia visible, nunca faltaron víveres a estas muchedumbres; los habitantes de la comarca llevaban de todas partes provisiones en tiempo útil y las vendían a los peregrinos.

Todos los días el santo religioso obtenía de la Santísima Virgen la curación de gran número de enfermos de toda especie. Las almas ganaban aún más, puesto que el Santo empezaba por pedir a los peregrinos que se confesasen y comulgasen.

El Inquisidor de Aragón y Fray Salvador

Hallándose en Alcañiz un dignatario de los principales de la Inquisición Real, había visto multitud de enfermos que partían para Horta, y quedó asombrado de verlos volver curados. En su calidad de Inquisidor resolvió abrir informe. Reuniendo a los que habían sido curados, les hizo prestar juramento de decir la verdad, y les ordenó que declarasen cómo habían obtenido la curación. Todos respondieron:

-- El santo Fraile de Horta nos mandó que purificásemos nuestra alma de todo pecado por medio de la confesión y recibiésemos el cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo. Después nos bendijo y quedamos sanos.

En virtud de esta declaración, el Inquisidor se decidió a ir a Horta para ver lo que allí pasaba. Salió secretamente, vestido de pobre cura de aldea. A su llegada vio una multitud de peregrinos que le pareció no bajaría de dos mil. Púsose entre la multitud, observando todo con ojo atento; de esta suerte penetró en la iglesia del convento, se escondió en un rincón detrás de la gente y aguardó la entrada del «milagrero».

Al fin apareció el Santo e inmediatamente el pueblo se arrodilló para recibir su bendición. Pero Salvador, en lugar de bendecir a los peregrinos como de costumbre, les dijo:

-- Levantaos y dejadme pasar.

Apartáronse y él fue derecho al rincón de la iglesia en donde se ocultaba el Inquisidor. Le saludó, le besó la mano doblando la rodilla y le dijo:

-- ¿Viene aquí su Señoría a ver los milagros que obra Dios por mediación de la Santísima Virgen?

-- Equivocado está, Hermano, que no soy Señoría ni merezco tal honor -respondió el forastero-, ¿no ve que no soy más que un pobre cura de pueblo?

-- No me equivoco -repuso fray Salvador-. Su Señoría es el Inquisidor de Aragón, venido aquí para ver lo que pasa y examinar los milagros que obra la Santísima Virgen. Su Señoría tiene derecho a un puesto más respetable.

Dicho esto le llevó al presbiterio muy cerca del altar mayor. Volviéndose en seguida al pueblo, dijo como de ordinario:

-- Hermanos míos, arrepentíos de vuestros pecados y pedid perdón a Dios.

Después bendijo a los asistentes, y todos los que estaban enfermos fueron curados. El Inquisidor quedó lleno de admiración y permaneció varios días en el convento de los franciscanos.

El siervo de María. Humillación

Un día los peregrinos, en número de unos dos mil, reclamaban en vano al santo lego; éste había huido a una empinada sierra de los alrededores, para hacer oración con más sosiego, lejos de la multitud.

-- ¡Santísima Virgen María, soberana y patrona nuestra, haced que encontremos a vuestro siervo!

De pronto se vio bajar del monte una nube muy densa, pero de extraordinaria blancura. Llegada a Horta, disipóse la nube y dejó ver a fray Salvador. Éste dio su bendición, y los enfermos quedaron sanos.

A veces era difícil al buen Hermano librarse del entusiasmo indiscreto de la multitud; arrancábanle jirones de su hábito, como reliquias, y en cierta ocasión, si los Padres no hubiesen acudido a tiempo, lo hubieran dejado medio desnudo.

Libró a muchos posesos, en particular a una joven que le llevaron atada y encadenada. No pudiendo lograr los que la llevaban que entrase en la iglesia, fueron a suplicar al Santo que hiciese el favor de salir a donde se hallaba la endemoniada; ésta, llena de furia, rompió inmediatamente las cadenas y se escapó de las manos de sus guardianes, que no supieron dar con ella. Fray Salvador les dijo: «Id a tal sitio y la hallaréis bajo una pila de leña». Halláronla, en efecto, donde les dijo el Santo, y no podían explicarse cómo no había muerto bajo un peso semejante.

--Espíritus inmundos -dijo entonces Salvador-, en el nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os mando que salgáis de esa criatura.

--No saldremos -respondieron los demonios.

El fraile repitió la orden, y Dios obligó a los demonios a obedecerle y a dejar libre a la joven.

-- Ya estás curada, hija mía -le dijo Salvador-; mira cómo sirves a Dios en adelante, y evita cuidadosamente el pecado, si no quieres que los enemigos recobren su imperio sobre ti.

Al cabo de algunos años, los Padres del convento de Horta, como los de Tortosa, acabaron por cansarse de la incesante afluencia de gente. El padre provincial, estando de visita, fue del mismo parecer, aparte de que quería estar seguro de si la santidad de fray Salvador era de buena ley, probándola en una piedra de toque que nunca falla: la de la obediencia y la humildad.

Habiendo, pues, reunido a la comunidad en capítulo, el padre provincial habló en los siguientes términos:

-- Esperaba encontrar en este convento regularidad, silencio y paz, y ¿qué es lo que encuentro? Un mal religioso que trae aquí a las gentes del mundo y todo lo trastorna y desordena. A vos me refiero, fray Salvador. ¿De dónde os ha venido esa idea de hacer cosas tan extrañas y tan poco conformes con la humildad de un hermano lego? Y ¿cómo, sabiendo que sois tan mal religioso, podéis tolerar que la gente os llame el Santo de Horta? Es preciso que en adelante no se oiga siquiera vuestro nombre: desde este momento lo cambio por el de fray Ambrosio; como penitencia recibiréis la disciplina y muy de madrugada partiréis con el mayor sigilo para el convento de Reus.

El buen fraile se sometió a todo sin replicar: a las censuras, a la disciplina y a la partida. El convento de Reus distaba bastante de allí, pues se hallaba a tres leguas de Tarragona.

Un milagro a gran distancia. Su muerte

En los días que siguieron a la salida de San Salvador fue grande el dolor de los peregrinos. Un pobre paralítico, que se hacía llevar con gran trabajo desde Castilla, supo al llegar a Fuentes, villa de Aragón, que era inútil continuar el viaje, porque el santo religioso había salido de Horta. Desconsolado, mandó que lo llevasen a la iglesia del pueblo e hizo la siguiente oración:

-- ¡Oh santo hombre, Fray Salvador!, dondequiera que os halléis en este momento, tened piedad de mí y rogad a la Santísima Virgen que me cure.

Después se durmió y al despertar se encontró curado.

En Reus se renovaron las maravillas de Horta y empezaron a afluir peregrinos de todas las partes de España, contentos con haber descubierto la nueva residencia del santo lego. Salvador tuvo que ir a Barcelona para comparecer ante el Tribunal de la Inquisición. Su viaje fue una serie no interrumpida de milagros, y la sencillez del buen lego acabó por conquistar el ánimo de los jueces, que se encomendaron a sus oraciones.

Por último, el Comisario general de los Franciscanos en España resolvió alejar a fray Salvador de este reino y se lo llevó a Cagliari, en la isla de Cerdeña. Los dos años que San Salvador vivió allí fueron de felicidad para aquella ciudad, y murió en ella el día 18 de marzo del año 1567.

Los milagros continuaron en su sepulcro, y, cuando treinta y tres años después fue abierto con motivo del proceso de beatificación, se halló el cuerpo incorrupto. Fue beatificado por el papa Clemente XI el 29 de enero de 1711, y Benedicto XIII, el 15 de julio del año 1724, concedió que se celebrase su oficio con rito de doble en el día 18 de marzo, no sólo en toda la Orden franciscana, sino también en Cagliari, en Santa Coloma de Farnés y en Horta. La solemne ceremonia de su canonización tuvo lugar en Roma el 17 de abril de 1938, durante el pontificado de Pío XI.

[San Salvador de Horta, en El Santo de cada día, tomo II. Zaragoza, Editorial Luis Vives, 1964, pp. 181

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lunes, 17 de marzo de 2014

¿Verdad, mamá?

En la vida de todas las madres, hay momentos de alegría, de lucha, de tranquilidad y de sufrimiento.
Incluso los niños que están muy enfermos y parecen no enterarse de nada, o los que viven en países en guerra y sufren la inseguridad y la muerte de sus familiares, si captan que sus padres o algún adulto, los cuida, se sienten más seguros  Y de alguna manera, a veces de forma escondida, a veces entre lágrimas, sonríen.

Al final, pase lo que pase, una sonrisa de un hijo o un abrazo lleno de cariño, lo es todo para la madre.

Este vídeo no es sobre niños en guerra, pero sí sobre hijos que quieren a su madre.


Copio enlace a  otro blog.




domingo, 16 de marzo de 2014

Parquing

En el parquing de pago, aun quedaban sitios vacíos; pero el aparcamiento gratuito del cementerio, estaba lleno, llenísimo.
Algunos de los pasajeros de los coches, no se alejan de sus vehículos. De pie, rodean el vehículo, o se mantienen sentados dentro con las puertas abiertas. Comen bocadillos, beben cerveza o coca cola, se pasan la bolsa de patatas y ganchitos y conversan en voz muy alta. Será porque hoy el sol se ha disfrazado de verano, más de uno viste con  camiseta con colores.



Decían, hace años, que al campo del Barça le llamaban "toda una vida", porque a un lado tenía la maternidad y al otro el cementerio. 
Cuando juega el Barça, se llena el aparcamiento del cementerio.

Dentro del cementerio, me sorprende encontrar en una de las paredes, un gran cartel del Barça. Está situado delante de lo que serán pequeñas   Cierto que en una esquina, pone provisional... pero no entiendo a que viene aunque sea algo temporal. Así que buscando y buscando por internet me encuentro con la siguiente noticia .... del año 2005¡¡¡
Clic --> Camp Nou

Copio un trocito 

Ya en los años 90 comenzaron a solicitar a Ricard Maxenchs, ex director de comunicación del club, permiso para esparcir las cenizas sobre el terreno de juego; se trataba de cumplir así con la última voluntad de un deudo y algunos de los peticionarios le formulaban la petición incluso ya urna en mano. No era de extrañar que no se atendieran tales deseos, tanto por la irregularidad del hecho como por suponer un daño efectivo al césped, dada la alta concentración de fosfatos que contienen tales restos. 


Es sabido que para algunos familiares se plantea, a veces, un problema de difícil solución; de ahí que muchas urnas acaben siendo lanzadas en el puerto de Barcelona, al igual que el fondo del estanque del Retiro de Madrid también está sembrado de tales recipientes. Vale la pena tener en consideración también que el cementerio del Père Lachaise constituye el segundo lugar turístico más visitado en París, tras la torre Eiffel y antes que el Louvre. 

De ahí que, sabido el aumento de socios que deseaban que el césped azulgrana fuera su última morada, una empresa del sector propusiera en el 2000 al Barça realizar allí una instalación para tal fin. La iniciativa no prosperó. Ahora, sin embargo, el Barça estudia una doble iniciativa surgida de Serveis Funeraris de Barcelona, que tendría dos vertientes bien distintas. 
La otra iniciativa consiste en situar en un lugar aún no decidido de la estructura del Camp Nou los columbarios cinerarios a disposición de cuantos socios los solicitaran. El conjunto, que dispondría de paneles de apertura, constituiría un mural que, por su configuración discreta, se integraría perfectamente en el entorno.

(fuente: la vanguardia 13/07/2005) 


Foto del 16/3/2014



     

              

sábado, 15 de marzo de 2014

En el barco, una Mamá

Y en el barco nos acompaña una Mamá 

Tan, a sus dos años ya se ha hecho con el galardón de ser el más tremendo de los sobrinos. Le gustan los leones, los elefantes, la guerra, la lucha, los barcos, la guerra de almohadones, dormirse entre cojines y rugir. No le gusta hablar, se comunica con signos y sonidos y un "noooo" o un "aquiiiiii" dichos con gran convicción, cuando quiere imponer su voluntad.

Ayer lo vino a recoger su madre. Él dormía profundamente, estirado en el sillón y su hermanita bebé trasteaba con los juguetes.  Mientras la madre iba a buscar el coche, preparé a la bebé en su cochecito, desperté a Tan y bajamos los tres a la entrada. Ella acababa de aparcar delante y ya entraba en la portería. Al verla, Nat que iba medio dormido, se despertó totalmente. Abrió los brazos graaaandes como en un enorme abrazo, dibujó una sonrisa angelical en su cara y gritó algo así como "¡¡¡ mamá!!". Tan expresivo y algo teatrero que daban ganas de echarse a reir  La madre abrió los brazos. Parecían personajes de una película de aventuras, de esas en las que el niño se pierde, pasa mil desventuras, y solo al final consigue volver a reunirse con su familia.  

Entre su madre y nosotros, se interponían unos escalones. Por un momento pensé que el muy bestia era capaz de tirarse, escaleras abajo, confiando en que su madre lo agarrararía, sin calcular que para eso tendría que saltar muuuy alto y así darle tiempo a ella de pillarlo al vuelo. 

El levantó un pie, yo levanté la mano del cochecito en donde iba la hermanita, la bebé alzó la cabeza. Ya nos veía a los tres rodando escalones abajo.
Pero su madre, que lo conoce, en dos saltos, llegó hasta donde estaba y lo cogió en brazos. 
Subieron todos, sanos y salvos, al coche.

¡Qué bueno es tener a una mamá que nos conoce, siempre cerca!   




                                                             

viernes, 14 de marzo de 2014

Todo error

Todo error, estremecedora crueldad o alucinante sadismo
Cualquier injusticia o infamia que hace vibrar la piel y llorar de rabia.
Las cobardías letales y las aterradoras bravuconadas
Los atropellos y las iniquidades, los abusos depravados y las tiranías bañadas en sangre.
Las torturas, los tormentos horrorosos, la destrucción del cuerpo o el alma
La provocación del caos en la naturaleza o en las relaciones.
La humillación y el desprecio enloquecedor; la vejación.

Todo eso que desgarra el alma del que lo contempla,
desintegra el alma del que lo promueve
y puede destruir el alma de quien lo recibe.

Todo ese cúmulo terrorífico de maldades,  puede ser transformado.
La amargura de sus frutos puede ser modificada y convertida en ternura, origen de alegría y  paz.
La perversidad de su interprete puede ser cambiada.

Sí, puede ser regenerado, redimido.

Hoy es viernes.
A Dios gracias.


                                       

jueves, 13 de marzo de 2014

Haciendo las Américas

El novio de su bisabuelo había viajado a  América a "hacer las Américas". Ella quería casarse ya, y correr, o  volar, o mejor dicho, navegar y llegar a su lado lo antes posible. No recuerdo muy bien por qué, no quedaba bien que ella realizara un viaje tan largo y en barco, siendo soltera , así que se casó por poderes en España, y  viajó, ya como casada, al encuentro de su ya marido. En la boda, el chico que representaba al novio, llevaba un sombrero del futuro marido, para que quedara bien claro que no era él el que se casaba ( y es que en éstos trámites por poderes, todo tiene que quedar clarísimo je je ) 

El viaje en barco duraba semanas. Aunque se intentaba amenizar e iba con gran ilusión, no dejaba de ser una experiencia llena de incomodidades, incertidumbres ( ¿y si no llegaban?), peligros y molestias. Si en el siglo XXI, en los cruceros, hay personas que se marean y lo pasan fatal, me imagino que hace un montón de años, con una tecnología menos avanzada y menos medicamentos, mantener la sonrisa cada día era toda una odisea. Además, cuanto más dura un viaje, más fácil es que empiecen a surgir los roces, el agotamiento, las riñas, los vicios y defectos, y que la sensibilidad se vuelva aún más sensible.   

Pienso en esas familias, que viajaban a América , con el billete más barato, en condiciones desastrosas, pero llenos de esperanza por llegar al nuevo mundo 

Eso es la cuaresma. Un viaje en un barco del siglo pasado. Unos días en los que afloran nuestras debilidades y flaquezas, en el que desconectamos de gran parte del gran mundo, para intentar concentrarnos en lo importante. Unos días en el que debería ser más fácil ver al hermano, al vecino , al compañero o al desconocido. Acercarse a él, escucharle, compartir. Porque hacer el trayecto juntos, es un regalazo (aunque a veces no lo sintamos así). 
Momentos en los que podemos concentrarnos en crecer, en pensar en todo lo que vamos a recibir cuando lleguemos a casa, cuanto nos hemos hecho rogar para emprender el viaje, cuantas pegas y trabas hemos puesto, quejas injustas dirigidas a quien lleva toda la eternidad deseando que lleguemos, y sobretodo en Quien nos ha preparado la bienvenida .... y cuanto le ha costado. Un viaje complicado pero lleno de esperanza, en el no solo es posible, sino que lleva en su esencia la felicidad.
 
Y como el novio nos quiere demasiado, va y se cuela también en el barco ;O) 
  
                   

miércoles, 12 de marzo de 2014

Recorrer el camino

Recorrer el camino sin quejarse, es disfrutar más de cada paso del viaje.
Es concentrarse en lo que de verdad importa, y aprender a desconectar de lo que no va a durar eternamente.
Y si no puedes, pide ayuda.

Clic --->  atención

    
      

domingo, 9 de marzo de 2014

Monasterio

El trayecto es largo. Nos cruzamos con unos y con otros. Compartimos camino unas horas, unos días. Nos ayudamos, hablamos, nos enriquecemos con las aventuras de los otros.
Ayer en el camino, nos tropezamos con un proyecto. El diseño de un monasterio a construir en las entrañas de esta ciudad, en medio de esta aglomeración de edificios  que a veces parece no tener ni corazón ni alma. 

                        Clic ---> monasterio
                                        monasterio 2
                                     monasterio 3

   

   

sábado, 8 de marzo de 2014

Dormir

Como un niño de dos años, que cuando tiene se sueño tiende sus manos  hacia la madre o el padre.
Y se acurruca entre sus brazos, y se duerme

El entorno, el decorado, no importa.
Puede estar en su casa, en casa de unos amigos, entre la nieve helada de la montaña o en los grandes almacenes dos semanas antes de Navidad.   
Puede ser que les rodee el bullicio del mercadillo, el rugir de los leones del zoo,  el golpear de las olas de la playa,  los avisos de la estación de tren o el bibidi babidi bu de la canción del hada madrina de la película de Cenicienta 

En esta travesía hacia casa, cuando el cansancio no nos deja avanzar sonriendo, hay que saber desconectar y dormir confiados en brazos de mamá.  

      

miércoles, 5 de marzo de 2014

Empieza la aventura

Para llegar a casa, hay que caminar.

Recorrer caminos,  atravesar cordilleras, localizar en el recorrido las amenazas y las fortalezas

Observar paisajes, pincharse con espinos, seguir el vuelo de las mariposas, calarse con la lluvia helada, acurrucarse en el rayo del sol que aun no quema.

Cultivar el silencio al anochecer para cantar al despertar la mañana. Abrir heridas mal cerradas, para curarlas y zanjarlas ya por siempre.

Pasar hambre, y sed y cansancio, darse hasta que duelen los dedos; acompañar al amigo agotado.

¿vale la pena tanto trasiego?
El camino puede ser duro y bello, pero lo que vale el esfuerzo es llegar y abrir la puerta de casa.
Y si caminas acompañado por el más grande, el camino se hace casa.


   

martes, 4 de marzo de 2014

El más guapo

Dice que sus niños es el más guapo de todos
Y yo me lo creo
Porque todos los niños , porque cada niño, es el más guapo de todos. 



lunes, 3 de marzo de 2014

Chistes 140303

1) Zapato
-- Doctor, no puedo decir zapato
— Pero si lo está diciendo
— No, escuche: Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, zapato y domingo

2) Modelo tonta
Le preguntan a una modelo tonta:
- ¿Qué verdura o vegetal te gusta más?
- La habichuela.
- ¿Podrías deletrearla?
- Ay no, mentiras, me gusta la patata.

3) Amor
- ¡Toc toc! 
- ¿Quién es? 
- ¡El amor de tu vida! 
- ¡Nahh... la cerveza no habla!

4) Abogado
--- Abogado ¿puedo hacerle una pregunta?
— Adelante, te escucho.
— ¿Cuál es esa famosa Ley Digaga?

5) Pierna
El doctor le dice a un viejito: 
- El dolor de su pierna derecha es por su avanzada edad
- Pues no lo creo doctor porque la izquierda tiene la misma edad y no me duele.

6) Depre
Si te sientes inútil o deprimido, sólo recuerda: ¡Una vez fuiste el espermatozoide más rápido del grupo!

7) Piña 
Una piña estaba en la parada del autobús, cuando se le acerca una naranja y le pregunta: 
- Hace mucho que espera? 
Y la piña responde: 
- No, siempre fui una piña



   

domingo, 2 de marzo de 2014

Ana es de Sevilla

Ana es de Sevilla, estuvo seis años viviendo y trabajando en Tarragona y se fue a trabajar a Suiza  hace tres con una muy buena oportunidad laboral .
Cuando le pregunto  qué tal le va, contesta que iba con  muchas ilusiones, que no se han cumplido; pero que en su momento quemó las naves y ahora es muy difícil volver, más tal y como está el trabajo en España 
Dice que la forma de trabajar allí es super profesional, pero que las cosas no han funcionado como ella esperaba. Además las costumbres son muy distintas. En la ciudad en la que trabaja, la gente es muy de casa, casi no hay cafeterias y las tiendas y museos cierrran muy temprano. 
Se ha apuntado a cursos, a asociaciones, pero eso no cambia que su forma de ser, más de salir, de caminar, de quedar con los amigos, sea distinta a la de la gente de esa localidad.
Creo que echa de menos su  casa. 
Su padre falleció y su madre está enferma y requiere toda la atención de su hermana. Así que cuando vuelve a casa, se dedica a atenderla y así de paso su hermana puede escaparse el fin de semana.
Creo que está un poco decepcionada.
La vimos un fin de semana. Y en unos minutos le cambió la cara, y empezó a reír como en los viejos tiempos.
Es genial ver como la semilla de la alegría sigue en el fondo de su alma. Y a la que la riegas un poquito, estalla en flores. 

Estoy segura que volverá a encontrar un trabajo en su ciudad, y volverá con su familia y sus amigos.


   

sábado, 1 de marzo de 2014

Sábado... de baile y pruebas

Una de esas bromas en las que no sabes si lo saben o no lo saben

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