viernes, 27 de agosto de 2010

Para ser grande....

En catequesis. Entra el sacerdote para hablar con los adolescentes en una hora de preguntas libres. Los chavales se van soltando y preguntan de todo, desde cómo sabemos que Dios existe hasta si es pecado quedarse con los apuntes “encontrados” antes de un examen o ligarse a la novia de otro.
Yo me quedo con la penúltima pregunta, la de Carlota, terremoto que no ha parado en toda la hora y siempre dispara por donde menos esperas.
- “Y para ser una gran santa, ¿qué hay que hacer?
-“Igual que en las familias o con los amigos, poner mucho cariño en los pequeños detalles, esos que no son obligatorios y parecen tonterías. Evidentemente sin dejar de lado las obligaciones básicas.
- Pero- y ahora el cura se pone serio- como apuntes alto, a gran santa, no sabes la que se te viene encima.” . Habla pausado: “Hay que abrazar la cruz, y con ella el sufrimiento. Ese que esconde grandes gracias. Y mayores amores. Ese que implica aceptar los pequeños martirios escondidos de cada día."
Y dejando entrever una media sonrisa dice muy muy bajito:  “Pero vale la pena”.
Se quedan todos callados y quietos, como si estuvieran congelados.
¡A ver si hablar de la cruz, va a ser la receta mágica para que se callen¡
Treinta segundos de silencio y pregunta Pablo. Al momento todos recobran el movimiento

La siguiente semana Pau, Iñaki, Oriol, Queralt, Salut, Eduardo, Marta, Xavi, Ana, Santi, Bel, Rosa y Carlota, cada uno por su lado, se han acercado para decirme que quieren ser grandes santos.
• A Pau, en su eterna adolescencia, le atraen las aventuras peligrosas y los retos.
• Iñaki, el que lleva a todas las niñas de cabeza, está aliviado porque  ha encontrado como expresar  lo que ya intuía. Si cuando llega su abuelo borracho insultando y ofendiendo, él se pone a la defensiva y le devuelve las humillaciones,  primero se siente satisfecho y luego vacío. Si a pesar de sus desprecios,  se intenta concentrar en quitar los obstáculos de su camino para que no tropiece,  luego le es más fácil dormir tranquilo. Ese momento en el que la herida en el alma duele, dice, es su cruz y la quiere tanto como en el fondo quiere a su abuelo.
• Oriol, el que siempre va con su guitarra, vive por ayudar a los más desfavorecidos y dice que rezando frente a la cruz junto a ellos, los siente más cerca. Es su sosiego.
• Queralt, tan alegre, le tiene terror al sufrimiento pero está convencida que su Amigo no le mandará más peso que el que pueda aguantar. Para ella es casi un juego
• Lo de Salut va de amores elevados. Necesita expresar su querer a los amigos con detalles y regalitos; ellos con cariño y risas le toman el pelo. Este es su regalo al Jefe
• Eduardo aunque siempre sonríe a todos, sufre por salud y colaterales. En la cruz, dice, al fin todo tiene un sentido. Y le proporciona consuelo
• Marta es una relaciones públicas innata. Ha visto en sus tíos infinito dolor y amor tratando a su hijo drogadicto. Y todo eso germinar unas horas antes de fallecer su primo, en un abrazo y un olvido de todas las penas. Siente que valía la pena tanto sufrimiento
• Xavi, encantador y reservado, con un tono de misterio sólo alega que es necesario
• Ana es muy dulce. Dice que ella está cerca de la Mare de Deu, también cuando sufre.
• y Santi, que él sigue a Ana hasta el fin del mundo.
• Bel dice que no sabe como, pero siempre se despista. No se ve capaz de ofrecer nada y cumplirlo. Por eso pide al Señor que le envíe una cruz de peso suficiente para que, sin aplastarlo del todo, le impida alejarse del camino.
• Rosa deportista, estaba fascinada porque en no sé quien ha visto que todo el esfuerzo que implica la cruz tiene asegurado el triunfo. A ella le van las victorias .
• Carlota… Lo de Carlota es un aparte.

Son jóvenes, muy jóvenes. A unos no les da miedo la cruz, otros están aterrorizados, pero todos intuyen que en esa aventura, envuelto en sufrimiento, se esconde un gran tesoro, un Corazón encendido.

¡Qué don  de estos jóvenes que han reconocido tan rápido el amor verdadero!

2 comentarios:

  1. Hola. ¡Cuántas cruces! El amor verdadero una vez encontrado.....te abrazas fuerte, fuerte.Mi cruz en manos de Dios es Sabiduría plena, plenitud que llena para no soltar. Gracias.

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  2. No podemos solo hoy hablar de Cruz, tenemos que hablar de Pascua, muerte y resurrección. Para gozar de esa resurrección nos es necesario pasar por la muerte, pero no nos tenemos que asustar, personalmente llevo la cruz de no tener salud y encambio vivo más tiempo con el Resucitado que con el Crucificado, comprendo que esto es un gracia que no merezco , pero la cruz se me hace gloria.
    Con ternura
    sor.Cecilia

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