miércoles, 8 de septiembre de 2010

Sonrisa al reiniciar

8/9 Este año se cumplen 100 años del nacimiento de Madre Teresa

Del mes que estuve en Calcuta guardo mucho.
        Están las fotos de tres de los cinco carretes que llevé a revelar. Las fotos de los otros dos, las del voluntariado con los niños, quisieron quedarse escondidas en algún bar y no he podido recuperarlas.
        En una cajita guardo los mapas, billetes de avión, tiquets, recuerdos, planos, servilletas con teléfonos, recibos, y un recopilatorio de la historia, lugares a visitar y comentarios de los voluntarios.
En casa de mi hermano, colgado del pomo de la puerta de la escalera, se balancea un enorme cascabel comprado al hombre del rickshaw que dormía frente a nuestra residencia. Recuerda ese otro tipo de vida en el que techo, cama y trabajo convergen en un destartalado pero muy valioso carro.

Sobre el pequeño sofá de mi habitación, reposa una colcha de tonos rosados y beige, que cubrió mi cama ese mes. Lleva en su tejido esencia de Cris, que fue quien me aconsejó hacer mía la habitación y me acompañó a comprarla. De hecho ella fue quien me animo a ir a Calcuta, me busco una amplia habitación en un segundo piso (donde se suponía que no llegaban las ratas), tapó con papel los cristales rotos, la limpió y cuidó de mi esos 28 días. Cris se merece una historia para ella sola

A lo que iba, en mi cabeza guardo un montón de recuerdos, impresiones y afectos, que el tiempo no ha conseguido, ni espero conseguirá, esfumar. Uno de ellos es empezar la jornada de voluntariado, después de Misa y desayuno, lavando la ropa de los niños a mano (en las casas de las sisters no hay lavadoras)
   Las hermanas nos enseñaban a lavar los pañales, camisetas, vestidos, pantaloncitos y sábanas de unos 200 niños, pasando la ropa de un cubo a otro;  todos con agua, unos con jabón y otros sin para aclarar. A veces pisando con los pies (tipo vendimia), otras escurriendo con las manos, llenando y vaciando cubos…
    Recuerdo una sister, creo que era alemana, que insistía en mostrarnos como levantar peso sin cargarte la espalda. Siempre tenía una sonrisa en la cara. Su alegría era maravillosa, especialmente impresionante en el trato con los voluntarios. La rotación de estos es constante; gente de todo el mundo, con distintas culturas e idiomas, yendo y viniendo del hogar de los niños. Imagino que tiene que ser muy pesado volver a enseñar de nuevo todo el proceso de lavado, para que cuando los voluntarios empiezan a funcionar solos, se vayan y vengan otros nuevos. Los hay que se quedaban meses, pero eran los menos.

Ella, la sister alemana, siempre sonreía.
Alguien se equivocaba y metía en una palangana los pañales que no debía. Tocaba volver a lavar parte de la ropa Seguía con su sonrisa.
El calor húmedo llenaba la piel de gotitas. La sonrisa no desaparecía.
Una japonesita se ofreció a ir tendiendo la ropa limpia. Parte, las sabanas creo recordar, se colgaban sin pinzas en un tendedero. Los vestidos se secaban tendidos en el suelo. Sí, tal como suena, estiraditos en el suelo del terrado. Cuando se acercó la sister, la japonesita, que no sabíamos que era nueva, ya había colgado gran parte de los vestidos en los tendederos y no quedaba sitio para las sabanas. Hubo que descolgar y volver a situarlo todo. La sonrisa de la sister permanecía.

Pido para mí y para todos, que nunca nos falte una enorme sonrisa como la de la sister, para empezar y re-empezar alegres.

Al menos que dure durante todo septiembre.

5 comentarios:

  1. Me uno a tu petición. Una preciosa entrada para comenzar el curso. Qué suerte haber podido realizar ese viaje. Un abrazo!

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  2. Que bonita entrada Miriam, que duren las sonrisas y el entusiasmo cada día!
    besitos,

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  3. Hola. Hay mucha gente en el mundo que transparenta su Encuentro con Jesús y la sanación del corazón.Gracias.

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  4. Eligelavida: fue un viaje muy enriquecedor, del que aún aparecen nuevas enseñanzas cuando menos me lo espero

    Soñadora: un míllón de sonrisas también para ti.

    Theo: las sisters en las Misas a las que asistí, rezaban todas juntas en voz alta después de comulgar dos o tres oraciones Una es la de "irradiando a Cristo" del Cardenal Newman.
    Una parte de esta oración dice : "Brilla a través de mi y permanece tan dentro de mi, que cada alma con que me encuentre pueda sentir Tu presencia en la mia."
    Tal cual tu comentario¡¡
    (voy mirando tu blog, por si mi relación de blogs no pilla cuando lo actualizas... es una indirecta ehhhh¡¡¡ ;O) (si no puedes, ok; pero que sepas que voy mirando)
    Que tengais genial semana

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  5. Eligelavida: fue un viaje muy enriquecedor, del que aún aparecen nuevas enseñanzas cuando menos me lo espero

    Soñadora: un míllón de sonrisas también para ti.

    Theo: las sisters en las Misas a las que asistí, rezaban todas juntas en voz alta después de comulgar dos o tres oraciones Una es la de "irradiando a Cristo" del Cardenal Newman.
    Una parte de esta oración dice : "Brilla a través de mi y permanece tan dentro de mi, que cada alma con que me encuentre pueda sentir Tu presencia en la mia."
    Tal cual tu comentario¡¡
    (voy mirando tu blog, por si mi relación de blogs no pilla cuando lo actualizas... es una indirecta ehhhh¡¡¡ ;O) (si no puedes, ok; pero que sepas que voy mirando)
    Que tengais genial semana

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