Oh Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo, inspírame siempre:
- lo que debo pensar,
- lo que debo decir,
- como debo decirlo,
- como debo de obrar.
Para procurar vuestra Gloria, el bien de las almas y mi propia santificación. Espíritu Santo ilumina mi entendimiento y fortifica mi voluntad. Señor dame el balance divino en mi vida. Gloria a ti Señor.
Yo tampoco lo sé, pero la leyó el sacerdote la semana pasada en el retiro mensual!!
ResponderEliminarMe pareció fabulosa y me alegro mucho de que la pongas, porque así me la puedo copiar.
Gracias y un beso enorme
Como dice LAH: Amen.
ResponderEliminarSiempre me gusto esta oración, en algunos sitios aparece atribuida a San Agustín.
Un abrazo.
Muy bonita la oración, siempre lo sencillo suele ser lo mejor...
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Un cordial saludo:
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Javier