lunes, 17 de diciembre de 2012

Cadenas. En el camino a Belén

Nunca podría perdonarle
Él, mi hermano, mi sangre.
Él  utilizó el amor de nuestra madre como un arma. 
Me destrozaba verla llorar
Y él nunca enviaba noticias .

Siempre era igual. 
Cuando empezaba a recuperarse, a distraerse ( nunca a olvidar), él volvía.
Otra vez necesitaba dinero. La manipulaba,  la hacía sufrir por él…
Y cuando conseguía el dinero, desaparecía. 
Dinero ganado a cambio de destrozar el corazón de una madre

Pensé que el rencor se había instalado en mi corazón para siempre 

Una pareja nos ha pedido agua en el camino. 
Al dársela, al tropezar mi mano con la barriga embarazada  de  la chica, he sentido una patada. 
Y algo dentro mio ha empezado a deshacerse.

Alguien ha roto mis cadenas, me ha liberado del odio.
Ya no soy esclava
Alguien me ha devuelto un corazón de carne.
Un corazón grande, XXL que es capaz de amar bajo cualquier circunstancia.
Y por eso estaré siempre agradecida


                                  


                            

                                                                                     

2 comentarios:

  1. Ay, Miriam, me has puesto la carne de gallina. Gracias, guapa

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  2. Una buena reflexión para empezar esta semana prenavideña.

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