A los tres peques y a su tía, les gusta jugar a hacerse los dormidos.
Llega el padre y se encuentra con una habitación convertida en galería de arte.
El cuadro representa un cuarto infantil con niños desperdigados sobre las camas o tendidos en la alfombra. Y todo muy quieto.
Vado como durmiendo en el campo, con los brazos abiertos, la cabeza medio ladeada y los ojos cerrados. Los oídos bien abiertos para enterarse de lo que pasa
Te de dos años, estirada en la alfombra, se rie al intentar taparse la boca, para que no se oigan las risas, que eso mismo provoca. Con un dedo toca el pantalón de su padre.
Maria, que no aguanta quieta , se estira sobre la cama intentando cubrir su emoción entre almohadones. Con los ojitos achinados entre los cojines, espía.
Hacen como que duermen, pero estan más concentrados en lo que sucede, que cuando rondan por la casa bien despiertos.
----------------------------------------------------------
Ahora ya sé.
Aunque te escondas, aunque no te muevas.
Aunque no oiga tu risa, ni muevas ojos. Sé que atento observas mis movimientos .
Te contaré un secreto. Aunque no respires, la complicidad de un pardadeo de luz, me lleva hasta el lugar en donde te ocultas.
Jugando como pequeños, haciéndonos como niños.
Quien lo diría de todo un Dios hecho y derecho.
