lunes, 14 de febrero de 2022

Bisbe Toni

Escuchaba. Hablaba de las heridas, de cocina, de esperanza, de fragilidad, de ilusiones, de una tierna mirada, de vida. Te interpelaba. Contaba de la mirada del Señor, de la importancia de reflejarla. Soñabas. Proclamaba la verdad de Su Amor. Te entusiamabas por encontrar esa Primera Mirada.

Nos escuchan

Dicen que los moviles nos escuchan, que entienden cuando hablamos. En su favor hay que decir que no se esconden, no guardan nuestros secretos, ni disimulan haciendo como que no se han enterado de nada. Al contrario, les gusta demostrar que estan atentos Por eso, en cuanto tienen una oportunidad, y a veces sin que exista, nos envian mensajes con sugerencias con soluciones sobre lo que nos preocupa, ideas sobre lo que nos ilusiona, propuestas sobre lo que nos apetece. Esa faceta de mi movil, la tengo ya asumida. De hecho casi diría que me extraña cuando no me proporciona su ayuda. Será por eso que creo que ha buscado otra forma de hacerse notar, una estrategia con la que no contaba Se ha infiltrado en lo primero que escucho por la mañana: la alarma. Podria haber cambiado la hora y despertarme antes para poder disfrutar antes del día. Cambiar la frecuencia o la repetición. Cualquiera de esos cambios me habría sorprendido... un rato, y más tarde habría sido envuelto por la rutina Pero lo que ha variado es el sonido, la música, la síntonia que me va a buscar al pais de los sueños, me recoge entre sus notas, y me lleva volando hasta depositarme en la realidad. Empieza con el trinar de un pájaro, al que se añade otro piar, un poco más grave. A los pocos sgundos son unos diez los pajarillos que cantan. A los segundos, se incorpora el viento rozando las ramas, y el ulular de un buho. Finalmente, se escucha una gota golpeando el suelo... y dos y tres. Y aunque el sonido no es real, en sueños mi mente no lo sabe, y va despertando poco a poco, con promesas de frondosa arboleda que disfrutar.