jueves, 26 de noviembre de 2015

Pederastia

El abuso sexual de los niños es algo espeluznante y perverso.

Los pequeños sufren y sufren mucho. Las heridas que quedan son tan profundas, que es necesaria  mucha valentía, tiempo y fuerza para poder curarlas

Pretender que el abuso es exclusividad de una raza, cultura, religión, profesión o estatus es trivializar una tragedia

Para acabar con los abusos,  se necesita gente que  se lo tome en serio.
Personas que hablen fuerte condenando el abuso de los niños
Personas que hablen fuerte elogiando a aquellas personas que sí se preocupan por nuestros pequeños

Es maquiavélico e  irresponsable  utilizar ejemplos concretos de ese maldad para generalizar y atacar a todo un colectivo.
Especialmente si se trata de un sector formado por personas  que  dedican tiempo y esfuerzo a cuidar de los más débiles  y en su inmensa mayoría son inocentes.
Sean padres, tios, profesores, vecinos, hermanos,entrenadores, bomberos, conductores, religiosos, médicos, azafatas, policías, dependientes, mensajeros ...  

Que alguien que haya sufrido abusos, pueda reaccionar así, puede ser comprensible
Que el resto, utilicen ese crimen para sus objetivos personales de desprestigiar a un colectivo, es ...alucinante y absolutamente detestable.

O no dan importancia a la pederastia, 
o son extremadamente crueles al generalizar , y así  acusar a personas  inocentes de un crimen tan grave; olvidando a las víctimas, a los pequeños. 

Utilizar el tormento de los niños, para alcanzar cualquier otro objetivo que no sea acabar con los pederastas (sean de la procedencia que sean), es repugnante.