El alma se consumía, dentro de un cuerpo que disimulaba
Los proyectos eran globos hinchados de aire. Los caminos daban vueltas, imposible ver si lelgaban a algún lado.
Al alba de un nueve de abril, sentí su brazo rodeando mis hombros. Su mirada de confianza rellenó mi alma.
Y ya no me importó no ver el final del camino. El era el final y el principio