Jugar a llevar el timón y a orientarme en el mar. Sentir tu protección, conversar entre chispas de agua.
Y cantar, rezar y reír cuando ya todo está en calma.
Y observar divertida los rostros fascinados de la gente
Esperar que en un instante te gires y me sonrías en plan cómplice.
Pero hoy no hay barca ni montaña
Hay ciudad, asfalto y edificios
Hoy no esperas a que entren en tu casa,
Esta tarde saldrás Tú para ver a tu gente
Esperaré a que pases, sonriendo al pensar
¿A quién se le ocurre salir a la calle disfrazado de pan?
Y aunque no vea tus ojos
Sé que tu mirada cariñosa reposará un momento sobre mi cabeza
Nos vemos en un rato…
Bueno, tú me ves a mí y yo intentaré sentir tu corazón, a pesar del disfraz
Gracias, una vez más
ResponderEliminarHay paseos inolvidables, amiga.
ResponderEliminarTe dejo mis cariños.Hasta pronto.
Querida Miriam, ése es el misterio de su Amor: que está presente, inundándolo todo.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana
Su Amor siempre está, su mirada siempre está sobre nosotros...
ResponderEliminarGracias.
Miriam, no imaginas cuanto me emociona cuando leo tus palabras que a la legua se sienten escritas con el corazón. Seguro que El también lo disfruta!
ResponderEliminarBesitos,
Es bello...
ResponderEliminarun saludo
¡Precioso!
ResponderEliminarUn abrazo Miriam.