miércoles, 3 de agosto de 2011

Corazón inquieto

Sí. Todos los corazones que conozco buscan de alguna forma  amor, alegría y paz.
Lo que a veces lo hacen de forma algo rara, muy rara
Y acaban, acabamos caminando en dirección contraria, alejándonos a cada paso.




Fragmento del mensaje del Santo Padre para la JMJ 2011
“Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”

Queríamos lo que era grande, nuevo. Queríamos encontrar la vida misma en su inmensidad y belleza vivo.
El hombre en verdad está creado para lo que es grande, para el infinito. Cualquier otra cosa es insuficiente. San Agustín tenía razón: nuestro corazón está inquieto, hasta que no descansa en Ti. El deseo de la vida más grande es un signo de que Él nos ha creado, de que llevamos su “huella”. Dios es vida, y cada criatura tiende a la vida; en un modo único y especial, la persona humana, hecha a imagen de Dios, aspira al amor, a la alegría y a la paz.

2 comentarios:

  1. Buenos días Miriam. Lo bueno del inquieto que busca es que justo cuando agota ese camino tan raro se acuerda de aquel sencillo sendero del servicio que un día te vió recorrer y se convierte.Un abrazo.

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  2. Me ha hecho gracia eso de que lo buscan "de forma muy rara", pero es verdad.
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    Si es cierto que deseo el amor, la alegría y la paz. ¡que tres bendiciones de Dios!
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