martes, 12 de noviembre de 2013

Padres primerizos

Casos varios y reales (de amigos y compañeros de trabajo) de padres y  madres primerizos o a punto de serlo 

1) Padres calendario
De los 18 a los 28 salió con su novia, una chica majísima de su misma edad
A los 28 se casaron
De los 29 a los 41 trabajaron y viajaron
Ahora han decidido ir a por el niño y ella enseguida se ha quedado esperando
Él comenta que le hace mucha ilusión el peque, pero que no piensa cambiar pañales ni despertarse por la noche, ni variar su rutina. Para eso buscaran a una chica que lo cuide. 
- Total - dice convencido -  cambiar pañales no te hace  progresar como persona, ni mejorar tus capacidades paternales.


2) Madre organizada
Ella tiene una mente muy organizada y activa. Hace mil cosas al día, una detrás de la otra y siempre llega a todo. Eso sí, todo está pensado de antemano, cada actividad tiene su lugar y su momento y no hay quien lo varíe.
Se casó. Se divorció porque ella aun no quería niños.
Empezó a salir con su novio actual. A los ocho años, ella ya con 38, habla de  casarse y tener un hijo. Él no lo ve. 
- Pues lo dejamos- dice ella
- Pues lo dejamos- acepta él 
Lo dejan. Vuelven. Siguen como novios. Ella va lanzando indirectas. Lo vuelven a dejar. Vuelven a volver. A los 40 de ella, él acepta tener un hijo pero no quiere boda Se queda embarazada. Nace el peque. 

Ahora está estresadísima. Dice que el pequeño es un príncipe (no es un piropo, ella es antimonarquía) No soporta tener que estar pendiente de los horarios de un bebé que no tiene horario fijo. No poder programar absolutamente nada, o programar para desprogramar constantemente.
Lo tenía todo pensado Durante los primeros meses, organizaría cenas en casa , aprovecharía para leer, para poner al día el ordenador, organizar ese armario.... Y pasan los días y no puede hacer nada; está tan nerviosa que no puede disfrutar del peque.  La suerte es que el médico , después de escuchar sus quejas en las diferentes visitas, le ha dicho "basta". Y parece que ha reaccionado 
             
Yo no tengo niños, y probablemente  me daría el mismo "batacazo". 
Recuerdo como me impresionó cuando mi cuñada me contaba divertida como se organizaban en casa con cuatro niños, la más pequeña de tres meses. Con una sonrisa explicaba que ese lunes, por primera vez en meses, se había sorprendido leyendo el periódico. 
- Si ya puedo encontrar tiempo, aunque sea una vez por semana, para leer algo, es que no voy tan agobiada- me decía contenta
Y yo alucinaba. Eso sí, cuando esperaban el primero, mi hermano era de los que explicaba sus planes de organizar cenas en su casa durante los primeros meses en los que no podrían salir. 

No sé si ha pasado siempre o ahora somos menos conscientes del esfuerzo que supone criar un hijo. Desde fuera, cuando no son casos extremos, es un tanto divertido escuchar los planes de los padres primerizos. 
          
                      
                                     

2 comentarios:

  1. Los dos casos primeros me parecen tristes y hoy en día relativamente frecuentes. Son la prueba de la inmadurez y el egoísmo en que nos ahogamos.

    Ya se ve que la infecundidad vital se traduce en infecundidad biológica.

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  2. El del segundo caso, es como para decir al mundo que no todo se puede planificar al detalle. Ni la vida es una obra de teatro, ni podemos tener el guion antes de la función. No nosotros, por lo menos, tal vez Alguien sí pueda.

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