viernes, 28 de febrero de 2014

De juegos de móvil

Cuando viene el peque de dos años, entre juego y juego, entre guerra de almohadones y carreras de caballos, entre tele tubbies y pocoyó, entre comer tomate y hacer papilla de plátano, entre escuchar al pajarito automático y pelear con la rana gigante de peluche, entre todas esas cosas, para hacer un descanso, le dejo mi móvil

Juega con esa aplicación del gatito. Tiene que darle de comer, llevarlo al baño, ponerlo en la cama a dormir , apagar o encender la luz de la habitación y jugar con la consola para conseguir puntos con los que comprar comida. Como es muy peque, toca todos los botones y no siempre tiene paciencia para esperar que respondan

Cuando se va  o se cansa, cierro la aplicación y recupero mi móvil.

Al rato, aunque la aplicación esté cerrada,  me aparece un mensaje del gato al lado de su carita triste. Que si "tengo hambre", o "ya estoy despierto, enciende la luz", " te echo de menos" o "necesito ir al lavabo"

¿Os podéis creer que me da pena y que , normalmente, la primera vez que aparece el mensaje, le hago caso?


    
             

1 comentario:

  1. Claro que lo puedo creer. No es al gato, es al chiquitín al que ves.

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