- ¿ Podré estar a tu lado, en el momento de tu muerte?
- Pero Mamá¡¡¡, que va a ser terrible.
¿ Imaginas lo que será verme destrozado?
Y no me darán tiempo para poder consolarte o para darte un último abrazo.
Ni un instante para poder despedirme de tí a solas , para poner mi mano sobre tu cabeza y darte una última bendición.
Me pides estar a mi lado, cuando mi sangre esté más fuera que dentro, la frente desgarrada, la piel con morados, un ojo cerrado por los golpes, dientes partidos, músculos tensos que temblaran a su antojo, huesos rotos.
Mi cuerpo destrozado y temblando entre espasmos y escalofríos
Solo, insultado y humillado. Y sin dejar de quererles... sentir como su desprecio se clava y me hiere. Será una tortura
Madre...piensa que no podré aliviar tu dolor
Madre...piensa que no podré aliviar tu dolor
- Querría estar al lado de mi Hijo, en el momento de su muerte
Al escucharla, un recuerdo le viene a la mente. En su cara seria, aparece una leve sonrisa.
- Bien. Entonces así sea.
Y el Hijo abraza a la Madre; como como aquel día en Caná, en la fiesta de la boda.
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