jueves, 13 de noviembre de 2014

Deja que ...

A veces, especialmente cuando los problemas no paran de llover y no hay tiempo para apagar un fuego que ya han surgido ocho, a veces hay que parar.
Hacer en la cabeza un momento de silencio, y rezar
Recordar quien es quien, que papel corresponde a cada uno y que capacidades tiene cada persona para poder desarrollar y servir a los otros.
Recordar quien soy yo, quienes son los demás y sobretodo quien es Dios
Yo soy pequeña y , para la mayor parte de las cosas importantes -asegurar la salud, la felicidad, la paz...)  absolutamente incapaz
Quien es Dios
Y dejar que Dios sea Dios El es quien dará sentido a los problemas, quien los solucionará y o hará surgir de ellos numerosas bendiciones.
Deja que Dios sea Dios. Tú solo adórale.
  

 
 
 
  

1 comentario:

  1. Buenos días Miriam. ¡Das en el clavo chica! Dejar que Dios sea Dios, en efecto, es tan sorprendente y dejar que Él disponga en nosotros expropiándonos nuestra propia voluntad y tomando la divina.Un abrazo.

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