El ruido de una marcha, millones de gotas invaden la ciudad y golpean el asfalto con fuerza.
El viento juega a distraerlas y las marea.
La lluvia cae casi horizontal.
Afloja, vuelve con fuerza
Para y de repente se inicia otra vez.
Es el desfile que anuncia la llegada real de septiembre
O la lluvia que llora por los países en guerra.
Y recuerda que ojalá cambiáramos balas por agua
Hoy es día de recordar a los hermanos que, al anochecer, no pueden dormir tranquilos.
Recordar y echarles una mano.
Sí, ante todo no olvidemos eso: recordarlos hoy, y recordar siempre al que no puede encontrar la paz. Un abrazo, Miriam!
ResponderEliminarYa sea por falta de tranquilidad, por hambre o por frío, hay que detenernos a pensar en ellos y desde nuestro cómodo lugar del mundo tratar de hacer un cambio, aunque sintamos mínimo.
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