Se acerca la noche. Se acerca y no se como pararla. Y no sé si quiero pararla.
La noche de la libertad, y del mayor sufrimiento.
La noche en la que el amor se solidifica, se hace carne y sangre
Puse un cerrojo, y un candado y varias vigas en esa puerta que lleva a la libertad, a la verdad, a la vida.
Y ahora no hay forma de abrirla.
Alguien quiso dejarse la vida para quitar todos los cerrojos que la bloquean. Para darme acceso a la vida. Para poder estar conmigo. Para curar mis heridas
Se acerca la noche. El luchará y recibirá heridas. Tomó cuerpo para no dejarme sola Y ese cuerpo acepta ahora sentir los dolores más intensos, para curar las heridas que yo sola me he hecho.
Me conoce. Él sabe de mi lado negro.
No quise creer que Él era el más sabio, el que conocía el camino. Me fuí por el sendero que destruía mis pies. Alimenté a los perros que van a morderle; me dijeron que no lo hiciera, pero yo me creí el más listo, y los hice fuertes. Afilé los clavos, puse piedras en su camino, distraje al obrero .. y quedaron astillas en el madero. Lo hice y ahora por abrirme el cielo, sentirá el dolor más intenso
No cuidé de su Madre ni de los más pequeños.
Me conoce, El lo sabe Me mira y no se acuerda Me quiere en el cielo y sigue andando con mi madero.
Noche larga y oscura. Sobretodo muy muy larga, empapada de sufrimiento
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