miércoles, 27 de enero de 2021

Primer día

Descubrí, al otro lado de  la ventana de mi cuarto, las ramas más altas del árbol. Nunca me había fijado en ellas.  Sacudían sus hojas, saludándome, intentando hacerme sonreír con su estranbótica danza.

Ahora, cada noche, antes de dormir, miro a través de sus ramas, la vidriera del último piso de la finca de enfrente. Las luces están apagadas, aunque yo sé que está despierto. Miro hacia arriba. Entre los edificios, apenas se distingue el brillo de tres estrellas. 

Esta la última conversación del día, tendría que ser secreta. Pero el árbol no se retira, ni siquiera disimula o se hace el dormido. El , con toda su caradura , se queda escuchando. A veces se burla Otras se queda quieto, atento, O me envía caricias, o remueve el aire para que me vuele el pelo

Hoy dijimos que sería mi primer día, el que marca el inicio del proyecto. .. y he acabo sin misión y con el pelo encogido. 

Mientras espero en la peluquería, escribo a Alberto, el profesional  que hace dos años se encargó de acondicionar el piso al que nos mudamos Necesito que me reserve el primer día que tenga libre para arreglar  varios desperfectos que han aparecido en estos años. Llevo tiempo pensando en llamarle pero nunca encuentro un momento. Empiezo el whastpp presentándome, por si no me tiene en la agenda, (dos años es mucho tiempo)  y preguntándole si están bien. Escribo comentándole mi intención de llamarle, y los arreglos que necesita el piso, hasta que se acerca la peluquera, Dejo el móvil.

Empieza la sesión con mi pelo. Mientras va cortando,  me habla  sobre los puentes que hay en el cabello,  el producto que los rompe, para crear tirabuzones, y el producto que hay que añadir para  volver a unir puentes. Entre explicaciones de rizos, puente, rotura, tinte, color y más puentes,  la tijera ha  hecho su agosto, y mi cabeza ha reducido su peso. 

Cuando vuelvo a mirar el whastpp, Alberto me ha contestado.. un tanto sorprendido. Solo ha recibido los mensajes presentándome y preguntado como está, el de los arreglos no llegó a salir de mi teléfono. 

Entre cabellos,  tijeras y champús, móvil y reparaciones, olvidé pasar a recoger mi misión.... Vaya primer día - pienso.

Y allí, desde la ventana oscurecida, sonríe. Envía un golpe de viento, que agita  las ramas, balancea las bolitas Dibuja en el aire un "buenas noches" . 


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