sábado, 31 de diciembre de 2022
La noche
Quien adivinaría que esta noche
entre los pliegues oscuros del tiempo
tropezaría con la Dama, a su lado el Justo
cantando y acunando al más Pequeño
Entrelazándome en sus dedos diminutos
halló mi corazón el refugio perfecto.
Yo descansaba, Él sonreía
al ver la purpurina saltando por mi pelo.
Quise enseñarle solo un perfil
aquel que mostraba de mi lo bueno
Su Madre riendo me fue moviendo la cara,
el Niño reclamaba poder ver mi veneno.
Recogió en sus manitas de mi todo lo malo
temblaba yo al pensar en su desprecio.
Lo miró, me miró, suspiró, lo apretó en su mano
la volvió a abrir, apareció un beso.
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