Ana ha volado a la casa del Señor la madrugada del martes.
Ahora desde el cielo nos seguirá cuidando
Descanse en paz
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Ana está enferma.
Ahora desde el cielo nos seguirá cuidando
Descanse en paz
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Ana está enferma.
Quería escribir lo que ha ido pasando desde que hace un año se coló en su casa esa “invitada inesperada”, pero creo que ahora no es el mejor momento. Necesito dejarlo reposar para escribirlo pasado un tiempo.
No recibe visitas, solo de la familia, ya para despedirse. Pero siempre hay alguien que se cuela Y ella, aunque exhausta, siempre sonríe.
Ya casi no tiene fuerzas para hablar ni para abrir los ojos. Sabe que ahora más que nunca está en manos de Dios. Nos pide que sigamos rezando por su curación por mediación del padre José Soto Chuliá
Ya casi no tiene fuerzas para hablar ni para abrir los ojos. Sabe que ahora más que nunca está en manos de Dios. Nos pide que sigamos rezando por su curación por mediación del padre José Soto Chuliá
Lleva un año rezando por la iglesia.
Al principio el alma se comunicaba con Dios con muchas palabras.
Ahora alaba y pide al Señor con el agotamiento del cuerpo.
Esta tarde hemos quedado para rezar por ella, de 19 a 21h, para pedir que se quede un poco más por aquí. Como dicen en el mail "Creemos el poder de la oración y tal vez El Señor lo espera de nosotros." También rezaremos para saber unirnos a la Voluntad del Señor.
Le enviamos la convocatoria a una amiga que está en Perú, también se llama Ana, para que se una a los rezos desde el otro lado del océano. Ella le paso el mensaje a una monjita con la que está colaborando en un hogar de niños huérfanos. Y la religiosa, (que en estos momentos está en otra ciudad) contestó con el siguiente mensaje
"Hola Ana, me parece maravilloso el poder unirnos al grupo de amigos de Ana en oración, les propondré a las hermanitas de la casa exponer el Santísimo desde la 12 del día hasta las 2 pm, y asi estaremos unidas con todos en la misma hora, podemos almorzar un grupo por delante, y luego se nos unen a las que estaremos en la capilla.
Sobre el día de ayuno lo voy a proponer en la noche para este próximo viernes 17 , ya te lo confirmo.
Un abrazo y unidas en oración"
Cuando Ana nos cuenta las historias de los niños de la casa de acogida, se nos encoge el corazón; algunas son tremendas. Por eso me impresiona mucho que las monjitas, que trabajan con tantos casos límite, se apunten a una cadena de oración por una persona que no conocen del otro lado del mundo.
Y no en plan:” vale, rezo un avemaría" No, no es eso.
Reorganizan todo el horario para poder unirse todas a nuestra oración, incluso con ayuno.
Y quizás es que en eso consiste ser monja, o madre o hij@ de Dios.
Darlo todo hasta el extremo por todos.
Sin distinguir, sin jerarquizar entre los dolores o necesidades, entre las personas.
Con un corazón tan grande, que ahí caben, de verdad, todos.
Con un corazón de madre que se desvive por el hijo que tiene miedo, el que se ha roto un brazo o el que tiene mal de amores.
Como el de Ana, que desde la cama, nos está uniendo como una verdadera “cabeza de familia”
Como los de la monjitas, que desde el otro lado del mundo, piden por nosotros.
Mientras te leo se me hace un nudo en la garganta... tanto por la situación de tu amiga como por la emoción que me produce el rezo de las religiosas, me quedo sin palabras prefiero ponerme a rezar también por ella.
ResponderEliminarUn abrazo y a tu amiga cógele la mano fuerte mientras dejas que tus ojos ya no sean tuyos, mientras dejas que sea Jesús quien mire a través de ellos, que se llenen de la mirada de Jesús Misericordioso transmitiéndole paz.
Contesté como supe a las preguntas que me hiciste en mi espacio, allí te he dejado mi respuesta pero me temo que es muy pobre.
Un abrazo.
Buenos días Miriam, pido por Ana y por todos los enfermos. Es normal que al principio hablemos mucho en la oración y en cuanto sabemos que nos oye apenas podemos articular palabra, que con saber tan cierto que escucha todo es movimiento del alma por seguir así abrazado a él. Un abrazo de los del Cielo.
ResponderEliminarHola Miriam,
ResponderEliminartendré a Ana presente en mi oración. Ojalá se restablezca y permenezca con vosotras más tiempo.
Un abrazo
Miriam: es doloroso sentir que la vida se nos va de las manos. Debemos rezar y dejar todo en manos del Señor, sólo él puede salvar, sus desiciones aunque nos duelan son las verdaderas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Isabel
Gracias por este compartir sabe es uan gracias lo ANA por que muchas veces no sabemos los planes dek¡l Señor para cada uno de nosotros poro al leer todo tu compartir veo la gracias de Dios en vosotros y el corazón tan grande que Dios os ha regalado que su dolor y su frimiento sea una bendición para todos aquello que le rodean me uno a esas oraciones por ANA muy unidas en oración y un abrazo
ResponderEliminarMe acordaré. De ella y de vosotros, los amigos y familiares.
ResponderEliminarUn abrazo
Miriam, cuenta también con mis oraciones, unidas a las de todos serán una sola súplica por ella.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
:O)
Miriam, así es el poder del amor de Dios no? Surca océanos y fronteras y une a personas desconocidas en oración, rezaré también por Ana.
ResponderEliminarBesos,
Pobre mujer. Rezaré por ella, aunque tal como lo cuentas hay que rezar, sobre todo, porque tenga un buen final y luego nos ayude desde el Cielo. Pero sí, rezaré para ver si es posible un milagro.
ResponderEliminarYa nos contarás, Miriam.
Sí, es impactante lo de las monjas, la verdad. Sin palabras.
ResponderEliminarTodos por Ana. Que suceda todo de la forma más favorable para ella.
Ya está
ResponderEliminarEsta madrugada ha volado a la casa del Padre
Es el segundo hijo que pierde su madre, y aunque parece muy entera, habrá que cuidarla mucho.
Gracias a todos por las oraciones.
Seguimos rezando por Ana y sobretodo por su familia, aunque ahora será Ana la que intercederá por nosotros.
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellos la luz perpetua.
Descansen en paz.
Amén.
Jesús sigue padeciendo en los cuerpos de los que sufren, en los débiles, enfermos...
ResponderEliminarRecemos por todas las personas que experimentan el mal, la limitación y la enfermedad, para que Dios sea su fuerza y su salud.
Un abrazo.
Que descanse en paz y Dios les de consuelo a sus familiares y amigos.
ResponderEliminarUn beso,
Querida Miriam, te acompaño en el sentimiento. Hoy pediré por ella y su familia en la Misa.
ResponderEliminarUn abrazo bien fuerte para ti.
Gracias por tus amables visitas a mi blog.
;O)
Confiando en el Señor y en su promesa sabemos que Ana ya estará junto a Él gozando de la verdadera vida, ya ha alcanzado su meta.
ResponderEliminarTe acompaño en el dolor de la ausencia y encomiendo a Ana en mis oraciones , rezaré también por su madre, rezaré mucho por ella.
Un abrazo.