No sé quién es el encargado de organizar la fiesta, pero más vale que no sea sorpresa, porque discretos lo que se dice discretos, no lo son.
Ayer a media tarde empezó la movida.

Algo grave les fallaba en el montaje de la iluminación, porque la escena se repitió toda la tarde. De tanto en tanto, estallaba en el cielo una serpiente de luz blanca, permanecía apenas un instante y desaparecía dando lugar a una ensordecedora explosión.

Para que no quedara nada sin enjuagar, han tirado el agua a chorros desde arriba. Así hasta el aire ha quedado impecable y oliendo a nuevo.
Todavía hoy se mantiene ese cielo que apareció ayer, cubierto de algodón gris.
Es demasiado melancólico para enmarcar la decoración de una fiesta.

Para colmo, el aire acondicionado se les ha estropeado, y en la calle hace un frío horroroso. Me iría bien tener a mano alguno de los jerséis de invierno.
Tengo el corazón intrigado. No sé qué gran fiesta preparan para el domingo, pero si hay que juzgar por los preparativos, seguro es espectacular.
Si parece casi casi, celebración de la Navidad.
MIL gracias por tu sencillez y belleza para integrar todos de una forma que Dios habla atrvés de ti en medio del silencio y toda la creación gracias por ser un instrumento de dios donde podemos descubrir un Dios escondido muy unidas en oración y un abrazo muy fuerte
ResponderEliminar...y fin de la primera parte.
ResponderEliminarMe imagino que nos contará la segunda parte, pues yo, también, estoy intrigada. Qué tiempo, ¿no?.
Pronto llegará el calorcito y... no necesitarás ningún jerséi.
Un beso y feliz día.
Espero el siguiente corazón con mucha curiosidad. Aunque te informo: en Madrid ya se ha secado el suelo, han colocado el cielo azul sin nubes y han encendido la calefacción.
ResponderEliminarYa nos contarás qué pasará el domingo... porque nos has dejado intrigados.
ResponderEliminarMuy bien escrito, sí señor.
Un abrazo.
Aunque no te he dejado ningún comentario, leo tus corazones cada vez que los publicas y todos son especiales, todos son hermosos, y lo mejor... dentro de cada uno habita la ternura...
ResponderEliminarGracias por cada uno de ellos.
Un abrazo.
A buen refugio, las tormentas son hermosas. (Y además producen ozono).
ResponderEliminarSon inquietantes por imprevisibles. ¿Dónde surgirá el siguiente rayo? Así que, desde luego, bien pueden formar parte de una fiesta sorpresa.
Saludos.
Lo expresas muy bien! y si esta vigilia del sabado estaré en alerta esperando esa Fiesta, un abrazo
ResponderEliminarEso sería bonito, Miriam: que los grandes acontecimientos y los días felices vinieran acompañados por un clima extraordinario, como el que describes en el post.
ResponderEliminarHoy en Madrid amaneció alegre, pero ha ido cubriéndose de nubes según avanzaba la mañana: espero que no sea anuncio de nada malo.