martes, 16 de abril de 2013

Alegría en las tinieblas

Alegría no es que el sol nos sonría
Alegría es saber que cuando hay nubes, el sol sigue estando detrás.

Me cuenta que de pequeño vivía con sus padres en una casa rodeada de un terreno con árboles. Para él ese espacio era mejor que cualquier parque de atracciones, era su bosque encantado.

De  mayor, cuando él y ella se encontraron y empezaron a buscar piso para casarse, los padres les ofrecieron el terreno. Allí había espacio para una casita, manteniendo la distancia legal con la casa de los padres.  Ellos aceptaron  y construyeron allí el que sería su hogar. 

Quince años después, ella encontró a otro. Se han divorciado.  Él ha vuelto a vivir en la casa de los padres.  La madre falleció, el padre tiene alzheimer y vive con ellos la hija, que a pesar de la enfermedad crónica o quizás a causa de ella, es la alegría de la casa.

La ex  vive en la casita construida en el terreno encantado, con los dos hijos y con su nueva pareja. Aunque las casas están una al lado de la otra, los hijos no van y vienen libremente de una a la otra. Debido a que las casas están una al lado de la otra, se escucha la música de las verbenas y fiestas que organizan en la casita

Cuenta que desearía con toda el alma que  su mujer y el otro se fueran  a vivir a otro lado. Que esa presencia tan cercana es  una herida que no sana. O poder irse él, pero ahora hace falta en casa de sus padres.  

Dice que desde hace dos meses la situación ha cambiado. Ella y él siguen allí, la herida sigue sangrando pero un amigo le ha hecho reaccionar. Le ha retado a buscar la parte positiva. Encontrar en el día a día, incluso en su dolor, que es lo que él puede construir, que es lo que tiene que aportar él para que el día sea mejor. Siempre hay algo que aportar, solo hay que descubrir que es.  

Ha vuelto a sonreír. 


                 

2 comentarios:

  1. Es difícil encontrar la alegría cuando uno cree que la felicidad está en las cosas. Muy distinto es el caso del que lucha para cumplir en su vida la voluntad de Dios.

    Un abrazo!

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  2. Siempre es más fácil ver lo que nos falta que apreciar lo que tenemos. Y siempre olvido que esto es algo que debo practicar con más frecuencia.

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