En el principio el sol y la luna eran como dos niños, dos amigos haciendo teatro
Cuando uno entraba en escena, el otro contemplaba desde fuera.
Se cedían el paso, se reian, comentaban los cambios de escenario y los movimientos de las personas. Incluso, alguna vez, uno se colaba en la escena del otro, así como escondido entre las cortinas.
El sol y la luna, orgullosos de su papel en la historia de la tierra.
Esa noche, la luna contempló lo que jamás pensó que ocurriría.
Al gran Señor aniquilado por intentar recuperar a los habitantes de la tierra
Quería irse quería quedarse quería iluminar el mundo para que se dieran cuenta
Hizo lo que pudo, y nadie fue a ayudarle
Sus amigos.... dormían. El único despierto, el que lo traicionaría
Pensó que al llegar el sol, con su luz, sí que lo verían.
Las personas estarían despiertas, ya descansadas, con las ideas claras, los rincones iluminados
Y le salvarían, o le ayudarían, o le adorarían, o le agradecerían
No solo no ayudarón... le matarón
Solo Ella, una mujer su madre , rezando
No hay comentarios:
Publicar un comentario