jueves, 24 de junio de 2010

Sin corazón

Esta noche es la más corta.
Me cuentan que ha entrado ha trabajar como cada día. Para hoy tenían programada una reunión en la sala azul , para coordinar los trabajos del  mes. A los diez minutos ha salido de la sala dando un  portazo, y dirigiéndose de forma decidida a su sitio, ha recogido su bolso, apagado el ordenador y se ha dirigido a la puerta de salida.
¿Te vas ya?- le han preguntado. "Sí. Bueno..... me echan". Y sin decir más, ha cerrado la puerta, desapareciendo del despacho.
¿Cómo pueden las personas olvidar los fines de la empresa que incluyen la preocupación por la gente, sin discriminar a nadie?
¿Cómo no entienden que es más rentable y eficiente ganarse el corazón del  empleado, y con  él su piel y fidelidad,  que sólo buscar la cantidad de horas trabajadas?
Dicen que no ha querido firmar, que eso demuestra su mala intención.
 Han pintando el despido de confianza traicionada, de engaño y mala fe.
Apenas llevaba unos meses contratada.

Mañana dos personas menos irán a trabajar.

Ni ella ni el  niño que lleva dentro.

1 comentario:

  1. Hola. ¡Dios mío, perdona nuestra crueldad! Gracias, la verdad de este mundo me impacta como si nunca hubiera sido de los corazones de piedra malos malísimos, el perdón que Dios me derramó en el confesionario veo que en carne me lo ha mudado. Ya sabe llorar.Gracias.

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