lunes, 18 de abril de 2011

Luna de lunes

Esta noche, sólo aparecer ya lo he notado. El aire huele distinto

El aroma fresco de la noche se mezcla con la fragancia del perfume de nardo con que le han ungido los pies. Han creado un ambiente fresco y acogedor; precioso.

Ilumino el paso del atardecer a la noche, y veo a Jesús paseando con Lázaro, cerca de la casa.
Hablan de los tiempos, de las preocupaciones, de la familia de Lázaro y de la Madre de Jesús, de las alegrías, las aspiraciones, de cómo ha ido el día.
Hoy han venido multitudes para verlos. A Jesús por ser Jesús. A Lázaro como prueba de un milagro. Incluso alguien le ha dicho que quieren volver a matarlo para negar así su vuelta a la vida.

Jesús le escucha, le habla. Le dice, serio pero con una sonrisa, que estará con él, con ellos siempre.
Se agacha, agarra un puñado de tierra y la remueve entre los dedos. Esa tierra que puede dar fruto. Esa tierra que cuando los ajusticiados caen extenuados, entra en sus ojos, en su boca, en sus heridas y aumenta el sufrimiento.
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Hoy la noche huele a dolor y a esperanza
Más llena la luna, menos tiempo para el momento.


2 comentarios:

  1. Miriam, te leo y siento como si yo también hubiera estado ahí, al lado de la luna!
    besitos,

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