martes, 3 de abril de 2012

Misión "Lucecitas". Completada

De vuelta a casa, en un cruce de caminos, vemos alejarse por uno de ellos, al Señor y a su Madre. Ya oscurece y ellos también se retiran a descansar. Van paseando, hablando a ratos, contemplando siempre.

Alcanzamos a escuchar como El le pregunta a su Madre, en tono inicialmente serio y al final  más que divertido,

-      Lo de perfumarme los pies, ¿habrá sido idea sólo de ella? Quizás sí pero, ¿tú crees Mamá, que alguien la habrá apoyado para vencer el miedo a las críticas y a las envidias?  ¿Quién la habrá animado?  

Él mira de reojo a su Madre.
Ella se sonroja y estalla en una risa franca.
El la abraza por la espalda, estrujándola por los hombros y le estampa un beso en la mejilla.

Sopla un poco de viento. 
Es el aire que, intuyendo que la alegría se acaba,  quiere bailar al son de estas últimas  risas. 


                                 
    



                                             

2 comentarios:

  1. Gracias Miriam, por su visita. las envidias son mala cosa, pero una madre es una gran almohada para descansar de las maldades de la vida.
    SANTA CUARESMA Y FELIZ pascua DE RESURRECCIÓN.
    CON TERNURA
    SOR.CECILIA

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  2. Estimada hermana, y pensar que Dios es así en nuestra vida espiritual , Dios sea con usted y feliz Santo día.

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