Atravesando la pesada puerta verde
oculto en un armario de madera,
esperaba paciente susurrando
hermoso manantial de agua fresca.
Surgía un arroyo revoltoso
trenzado de agua limpia,de agua buena.
Mis músculos rígidos los volvió flexibles,
Tocó mi fango y se volvió piel nueva.
Agua que da vigor a los brazos
agua que revive las piernas.
Agua que aniquila polvo y manchas
tesoro de chispas, energía bella.
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