No hay nadie en la sala de los bebes, los de menos de 6 meses, así que nos colamos un momentin. No les gusta que entren voluntarios y levanten a los niños cuando lloran, porque los bebes se acostumbran y cuando desparecen los voluntarios, dejan como recuerdo un concierto de llantos diarios imposible de amainar por los trabajadores que quedan.
Pasa una sister y nos mira Se queda quieta y luego asiente con la cabeza, nos deja estar allí¡¡
Entra un señor y coge en brazos a un bebe de unos cinco meses. Le habla, lo acuna, lo abraza El peque lo mira y sonríe.
Al cuarto de hora lo intenta dejar en la cuna para irse, pero el bebe al rozar la cuna, llora. Lo vuelve a coger y cesa el llanto. Pero vuelven las lágrimas al intentar acostarlo. Así una y otra vez, hasta que se tiene que ir y lo deja llorando en su cunita. Ina lo levanta y lo acuna. De la ventana de cristal que da al pasillo, se ve intermitentemente los ojitos del padre. Se pone de puntillas y mira. Dos, tres, cuatro veces. Hasta que ve que el niño descansa en brazos, y se va.
En la cuna, una foto de una pareja, con aire irlandés.
Ina y yo, sin decirnos nada, intuimos rápidamente la historia El padre no puede mantener al bebe y lo ha dado en adopción. Mientras no vengan sus futuros padres, va al centro a verlo, a abrazarlo
Ahora el peque está tranquilo, Ina y yo tristísimas
Entra la sister para dar el biberón a una princesa de apenas un mes. Aprovechamos para preguntarle por el bebé
Sonríe y dice que no, adopción no. Enfermo, débil, está allí para recuperarse
Las dos sonreímos
La sister se ríe
El bebe se duerme en brazos de Ina
La princesa engulle
Benditos brazos que lo acunan y ¡pobres padres!
ResponderEliminarFeliz semana. DTB. Un besazo
Por fin te encuentro, no se que pasaba pero no se me actualizaba tu blog en el escritorio.
ResponderEliminarEstoy leyendo tus últimas entradas y doy gracias a Dios que te ha permitido vivir esas realidades y estar allí para ayudar, veo que has vivido intensamente esta experiencia y lo que cuentas y como lo cuentas toca mi corazón...
gracias por todo ello.
Un abrazo.