Agua del lago

Hemos pasado el día en casa de Ana, casa de sus padres.

Una masía antigua, preciosa, rodeada de campos que parecen salidos de un cuadro.
Bueno ... rodeada de campos por un lado. Los otros ahora limitan con una fábrica de una multinacional alimenticia y una autopista.

A los que no conocían la casa, les dijo que tenía piscina, por si se querían bañar.

Al ver la piscina, alguno se ha quedado parado

Es un embalse, de paredes y base de losa, que antiguamente se utilizaba para regar el huerto.

Si pones el pie o la mano dentro del líquido, compruebas que el agua es transparente. Aunque desde lejos se ve verde como el color de un lago.

El agua entra sin parar en la balsa desde la conexión a un fuente y sale continuamente por un agujero en el extremo contrario. 

Hay una pez nadando. Antes eran más (pequeños de colores, carpas...)  pero en los últimos años se han ido muriendo. El proyecto de los anfitriones es tirar cloro al agua para aclararla, pero están esperando a que se muera el último pez,  para así llevar a cabo su idea sin necesidad de matar a ninguno,

Pero ese pez no se muere

Y la balsa sin cloro, mantiene su tonalidad  musgo. 

A los sobrinos de Ana, les encanta zambullirse en lo que parece el lago de una selva.

Aún se divierten más, nadando en compañía de un anciano pez.

A los amigos de Ana, que esperaban ver una piscina, no les ha convencido la visión de la balsa "natural" y verde.

Pienso en como nos hemos hecho a lo artificial. 
Ahora, lo natural, nos produce un cierto rechazo.