En el link, para poner una intención en la cueva de Lourdes
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Hay gente que siempre que va a Lourdes o a un santuario, aprovecha para reconciliarse con Dios y confesarse.
Yo no.
Pero la última vez que fui a Lourdes, no sé porque, una de las intenciones que llevaba en la cabeza, era confesarme allí.
A veces es difícil compaginar los horarios de las peregrinaciones con los las celebraciones en el santuario, los ratos de oración en la gruta, o delante del Santísimo, las comidas y los horarios de confesiones en español, sobretodo si hay cola.
Pero esta vez el horario encajaba perfectamente y no había mucha gente, solo un muchacho ya dentro del confesionario.
Me senté y me puse a hacer revisión mental de esos momentos grises o negros de mi vida
Pensé en como eso le había dolido al Jefe Y me dolió un poquito, pero algo me dolió
Hice propósito de desear querer no volver a ofender al Jefe.
Entré en el confesionario y me confesé
La penitencia me descolocó. No pensaba que se centraría en eso. Me hizo sonreir y reir
Por esa persona que en el trabajo nos hacía la vida imposible; esa que me sacaba de quicio, que me ponía nerviosa a mi, que soy más que tranquila. Por esa persona, tenía que ir a rezar en la gruta o delante del Santísimo un misterio del rosario, dando gracias por su vida y por su cercanía en mi vida cotidiana, agradecer ese "roce" diario.
Ahora cuando la veo, a veces (que no siempre, ni siquiera muchas de las veces) , recuerdo la gruta, y la "jugada" de la penitencia. Y pienso en lo que se debió reir mi custodio. Y me sonrío.
Ella seguro piensa que estoy como una cabra
Cuando alguien se pone imposible o insoportable, mi mamá siempre dice que va a rezar por esa persona. Y seguro que cuando lo hace, todos se sienten mejor.
ResponderEliminarQue gran sabiduría la de las madres Gabriela¡¡ Rezar por el insoportable, tranquiliza... o no ,pero al menos deja buena conciencia :O)
EliminarJusto ayer en el coche mis hijas y yo andábamos hablando de una señora que no debe tener nada que hacer y se pasa el día en el colegio con no sé si muy buenas intenciones... Y se nos ocurrió rezar un padrenuestro por ella: no nos dejes caer en la tentación de criticarla, que lo que le hacemos a ella te lo hacemos a Ti; no nos dejes caer en la tentación de juzgarla, pues así como juzguéis seréis juzgados... Buena lección.
ResponderEliminarES tan "fácil" y cuesta tanto...
EliminarA veces pienso que la intención de "amar al prójimo" en las pequeñas realidades del día a día, es de una de esas cosas que consiguen mucho fruto. Por lo fácil y lo difícil que es.
Gracias por el comentario yomisma¡