Nace en una gruta. Bebé
Pequeño, indefenso; Sin la fuerza física ni el desarrollo mental de un adulto
Son tiempos difíciles para todos, peligroso para la supervivencia de los niños.
Dios Padre lo cuida a través de la ternura y la confianza de su Madre y de la protección y oración de su padre
Ahora, cuando el sacerdote consagra, todo un Dios vuelve a la tierra.
Otra vez indefenso, desamparado.
Desprotegido y sin poder defenderse ante cualquier ataque físico, desplante afectivo o humillación mental.
Todo un Dios, que se acerca a la protección de nuestro cuerpo, el calor de nuestro corazón, y a las iniciativas de nuestra mente.
A pesar de que haya quien no Lo entienda, Dios siempre viene. Y nos abraza
No hay comentarios:
Publicar un comentario