sábado, 11 de octubre de 2014

Sábado, el día de la Madre

A veces, cuando están concentrados en un  juego, una revista, o sorprendidos por algo, mis  sobrinos se confunden y me llaman "Mira , mamí.... "  Los que tienen más de cuatro años,  enseguida rectifican, "ay no , tía".  El de dos años, ni se da cuenta.  Yo les poco una cara rara, y se parten de risa... entonces me llaman "abuela, bebé, hija... " o cualquier cosa que modifique mi  expresión hacia  otra horrorosa mueca
Y yo sonrio por dentro, ya que si lo hiciera por fuera estropearía el juego. Es genial que espontaneamente, sin darse cuenta, mencionen a su madre.No creo que ellos sean del todo conscientes de que esa persona es alguien excepcional, una madre genial y una trabajadora infatigable.  Les basta con saber que es su madre y que los quiere con locura, para acudir a ella nombrándola, aunque no esté allí presente. Necesitan compartirlo todo con ella, desde sus descubrimientos, a sus cansancios, alegrías o enfados. 
Es genial  esa capacidad de hablar y compartir, de tener presente siempre a la Madre. 


             

1 comentario:

  1. Mi padre, que había vivido una guerra, decía que la ultima palabra del que estaba herido siempre era para su madre

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