viernes, 17 de septiembre de 2010

El reloj

Mis padres tienen en casa un reloj de sobremesa que sabe tocar los cuartos y las horas. Incluye dos posibles melodías, según mamá la de verano y la de invierno. Como este año, julio y agosto han sido meses complicados, se han olvidado mover la patita que cambia la música, y han pasado los meses de calor amenizados con la melodía de invierno.

Hace un par de días, una tarde noche estaba sentada en el sofá hablando con mis padres de recuerdos y de historias . A las ocho menos cinco se oye el reloj tocando las ocho. Primero el sonido del big ben, que es el que corresponde a la temporada de invierno (o verano con pinceladas fresquitas de enero) Después las ocho campanadas correspondientes a las horas. Finalmente un gran silencio.

Sorprendentemente seis segundos después, se vuelve a repetir la melodía del big ben y las ocho campanadas.

Ante mi cara de extrañeza, mamá comenta que el reloj tiene vida propia, más incluso que los otros relojes de la casa que van cada uno a su hora. Este no sólo adelanta y atrasa según su propio parecer, sino que además hay horas en las que repite el toque de campanas. No reincide en sus toques a una hora fija cada día, ni en horas sucesivas. El fenómeno se da cuando al aparatejo le parece conveniente.

Lo he estado pensando y no creo yo que la repetición sea cuestión del azar. Estoy convencida que en algún lugar alguien está metiendo la pata y el reloj, no sé cómo, pero lo sabe. Así como un amigo cubre el desaguisado de su colega, el reloj decide repetir la hora, para darle opción al que no va por buen camino, a empezar de nuevo.

Una, o sea yo, de normal es excesivamente calmada. Pero a veces, pocas pero a veces, se le va la olla. Entonces dice o hace lo que no debe, para arrepentirse una milésima de segundo después.

Para esos momentos, me iría genial el reloj de sobremesa de casa de mis padres.

6 comentarios:

  1. Muy bien visto. Yo me acuerdo muchas veces de la opción "deshacer" de los ordenadores (CTRL+Z). Es más o menos lo mismo.
    Por cierto, menuda imaginación que tienen a veces los padres.

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  2. Es cierto! a veces hago y digo cosas que no hubiera querido decir, por lo que siempre me han sorprendido aquellos que dicen que no tienen nada de que arrepentirse.

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  3. Hola. Me parece haber oído a ese reloj sonar con mucha alegría ¡se puede volver a empezar!.Gracias.

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  4. Altea: Genial lo de ctl+z, para explicar algo de siempre con conceptos actuales. Además me ayudará a nivel informático, sólo conocía control+c,control+x y control+v

    Patricia: imagino que hay gente para todo. Acabo de ver que has actualizado tu blog. me paso en un ratito. _Hasta ahora¡¡

    Theo: genial aportación,faltaba mencionar la alegría del sonido del reloj.
    A veces se relaciona el pedir perdón a Dios con tristeza, amargura, infravaloracion,poca autoestima... Por el contrario es alegria, amor y orgullo de ser Hijos de Dios

    Gracias a los tres, y genial semana¡¡

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  5. Miriam, a más de uno nos vendría bien un reloj así en determinados momentos!! jejeje
    Besitos y que tengas una excelente semana!

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  6. Soñadora: si encuentro un reloj así, compro varios; uno para mi, otro para ti y para quien se apunte.
    Cuando lo consiga, te lo envío via mail ;O)

    Mientras, te envío un beso

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