Las cuatro de la tarde, comiendo con una amiga, Inés, al aire libre.
Un sol de muerte.
Un sol de muerte.
Se acerca un joven, negrito de piel muy oscura, ofreciendo los souvenirs que lleva encima.
Nos enseña pinturas, servilleteros pintados, cajitas, pulseras...
Le decimos con una sonrisa que no queremos nada.
No desespera y nos enseña su joya: unas jirafas con los cuellos entrelazados, enroscados...
Volvemos a decir que no, con otra sonrisa.
Escoge dos pulseritas de cuentas negras, rojas, verdes y amarillas y nos las ofrece como regalo.
Le pregunto de dónde es, mientras me pongo la pulsera.
Le pregunto de dónde es, mientras me pongo la pulsera.
Contesta que viene de Senegal
Pide un donativo por la pulsera.
Pide un donativo por la pulsera.
Se va contento con sus moneditas.
Yo feliz con mi pulsera
Inés va dando vueltas a la suya, entre los dedos No lo ve muy claro pero al final se la pone.
¿Serán pulseras mágicas que reconocen la acogida de sus propietarios?
A los veinte minutos, mi mano sigue igual.
La piel color carne
Las cuentas de la pulsera, siguen rojas, verdes, negras y amarillas.
Inés, en cambio, tiene la muñeca teñida de colores. ja ja ja
La piel color carne
Las cuentas de la pulsera, siguen rojas, verdes, negras y amarillas.
Inés, en cambio, tiene la muñeca teñida de colores. ja ja ja
O sea, que alfinal le comprasteis dos pulseras. ¡Je,je, listo el chico!
ResponderEliminarSi Altea... ja ja ja el chico consiguió colocarnos las pulseras, y yo feliz ¡¡ Hay que reconocer que tiene alma de comercial ¡
EliminarProbablemente la 'magia' estuvo en la charla inicial. Cuánta gente pidiendo... y sabes que lo necesitan y que son ellos, más otros muchos que ni siquiera salen a la calle...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte!
Elige, sí tienen su merito por ir de un sitio a otro, ofreciendo esos objetos, siempre con una sonrisa y sin quejarse de cansancio
EliminarCon la de problemas y tristezas que deben tener
Yo hubiera comprado. ¡Me gustan las pulseras!
ResponderEliminarÁngelo, yo compré de rebote. Y casi sin darme cuenta. Ese es el mérito del vendedor Gracias por pasar por aquí. Espero que ya estés recuperado del camino
EliminarQue buen forma de ventas la del joven, Te regala y luego te pide una donacion.
ResponderEliminarCyrano, a mi también me hizo gracia como consiguió la venta. Sobretodo la forma, sin malos rollos, con una sonrisa. Sí que hizo un poco de trampa, pero se le veia buena gente. No me sentí engañada.
EliminarTodo eso lo convierte en ganador del premio de vendedor del año de mi blog¡
Al menos tuvieron una historia para compartir.
ResponderEliminarSí, una historia y unas sonrisas, Gabriela
EliminarMuy buen vendedor el de las pulseritas! jjeeje
ResponderEliminarUn besito!
Sí soñadora, el chico tiene alma de vendedor¡¡¡
ResponderEliminarYo aún llevo su pulsera, y cuando la miro, sonrío