De huesos y de orejas

De repente me he quedado medio sorda del oído derecho 

Una compañera del trabajo me cuenta que a una amiga suya le pasó algo parecido. 

Fue al médico, le hicieron pruebas y analizaron los resultados. Tenía un problema de huesos, concretamente si no recordaba mal, de calcio.

- ¿De  huesos? – le pregunto sin pensar - y  ¿ qué tendrán que ver los huesos con el oído ?

- Pues –contesta- que lo que hace funcionar el oído son unos mini huesecillos. Para cuando se dieron cuenta de cuál era el problema, ya los tenía hechos polvo, y no había forma de solucionar la sordera.

- ¿ y si – continua la simpatíquísima chica – giras la cabeza con la oreja derecha hacia abajo? Solo para comprobar si cae polvo blanco, así como de huesecillos triturados 

Porque soy cero aprensiva, que si no…