Oído y muñecas rusas

Lo del oído era un tapón.Una vez eliminado  ha aparecido, enganchada al tímpano, una membrana.

El médico no se lo esperaba y a fruncido el ceño. O tapón o membrana, pero las dos cosas, le habrá parecido un abuso en tiempos de recortes. 

Como él es muy amable y yo soy muy curiosa, ha introducido una cámara en mi oído y he podido ver, en directo por una tele, como es  por dentro. El  tímpano del oído que no precisaba ayuda, es bonito,  algo brillante El tímpano del otro oído, se veía  opaco.
Una vez más, me vuelve a impresionar la maravilla del diseño del cuerpo humano. Me admira el cuidado, el esmero  y la precisión de su diseño. 

El próximo martes,  el médico se llevará esa membrana  con un mini-aspirador especial para oídos.

El miércoles le operan  la mano.

Espero que cuando el martes me quiten la membrana, no aparezca otra cosa inesperada debajo

A ver si es que tengo un oído que es como las matrioskas, las muñecas rusas. 

La ventaja es que no me preocupa, porque de oír, oigo. De hecho antes de ir al otorrino, fui a ajustar las gafas de sol, que se me caían. Ese día en  la óptica, informaban sobre los productos de audio y me animaron a hacerme una prueba.

Les advertí que tenía un oído tapado. Hice la prueba. Oí los cuatro tonos, cuatro por la derecha y cuatro por la izquierda; prueba superada.

Me regalaron una bolsa para llevar plegada en el bolso y un  kit de viaje para arreglar las uñas.

Resumiendo,  entré para ajustar las gafas, y cuando salí, además del arreglo de las gafas, había pasado por un examen auditivo y llevaba en el bolso el kit de uñas y  una bolsa para llevar plegada en el bolso.
En el oído, sin yo aun saberlo,  como en una peli de miedo, llevaba  agazapada ¡ la membrana oculta ¡