Ya no hay a qué, ni a quién tener miedo.
Ya ha llegado al mundo, ya empieza la cuenta atrás
No hay violencia, ni maldad ; no habrá dolor, ni desprecio; no habrá desgracia ni enfermedad, ni siquiera la muerte, que tenga voz para siempre
Ya no tiene sentido tener miedo
La última Palabra la tiene Dios, la Palabra es ese Bebé
Por eso, yo también duermo tranquila, mientras
el Niño, mi Niño, duerme.
Jo, Miriam... vaya lección para aprender a tener paz interior.
ResponderEliminarGracias.
Por su enorme sacrificio nos salvaremos todos.
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