Este cumpleaños me ha traído un regalo doble (entre otros muchos que sí son bendiciones), que no tiene nada que ver con la vista.
Una gripe pesadísima y, desde el domingo, una muela del juicio algo rebelde, que lucha por hacerse ver y está revolucionando al resto de dientes además de molestar a la piel fronteriza.
Mi dentista, fantástica por cierto, tiene consulta miércoles y viernes por la tarde.
Este miércoles, hoy, voy al médico con mi padre.
El viernes toca guardia en el trabajo.
Vamos, que voy a tener que convivir con esta muela guerrillera, más adolescente que juiciosa, unos 7 días.
Se ha convertido en un reto, mi reto. Por ahora la controlo y no interfiere en mi vida.
Pero no me fio mucho de ella.
A ver como llegamos al próximo miércoles.
Se ha convertido en un reto, mi reto. Por ahora la controlo y no interfiere en mi vida.
Pero no me fio mucho de ella.
A ver como llegamos al próximo miércoles.
Y mientras, pienso yo...
Es genial poder utilizar un lado de la boca, cuando te duele el otro.
Es admirable que siendo una sola la dentadura, exista esa cierta independencia que permite masticar con un extremo, eso sí con cierto cuidado, cuando el otro está ligeramente malherido, sin acabar de machacarlo.
Definitivamente, ¡qué grande El que diseño la boca¡
Miriam...¡eso es ser positiva!. En mis "dolores de muelas" -incluyendo una del juicio que tuve que sacarme hace 3 años- jamás se me hubiera ocurrido una reflexión así. Gracias, Miriam, por transmitirnos este mensaje...y ¡ánimo con la semana, que pase rápido para que te atienda tu dentista y tu muela deje de molestarte!. Un abrazo.
ResponderEliminarMiriam, los 40 son iguales que los 39. Te lo digo yo, que te gano por un par. Celulitis en los ojos no he tenido, porque llevo gafas desde los 6 años. Celulitis de la otra, pa'aburrir (aunque la tuya es más original, dónde va a parar)
ResponderEliminarBuenos días Miriam. Pues yo en la boca no me fío de mi lengua, así que la someto a estrecha vigilancia desde el palpitante manantial.Un abrazo.
ResponderEliminarBuenos días Miriam. Pues yo en la boca no me fío de mi lengua, así que la someto a estrecha vigilancia desde el palpitante manantial.Un abrazo.
ResponderEliminarLa verdad es que ya no molesta.
ResponderEliminar¿Será que se ha ido el juicio?
De todas formas toca visita al dentista el miércoles
Sí, no creo que la vida varie mucho por un día más o menos... aunque eso suponga cambiar las decenas
Buena semana a todos