Plan de sábado

El plan para el sábado de la otra semana era ITV y recados por la mañana, tarde con mis padres y cena con los amigos para preparar una despedida de solteros.

A media tarde, mi padre empezó a ponerse tristón. La fiebre de los días anteriores, que es  muy traicionera con la gente mayor y los marea hasta  conseguir que no sepan en donde están, ya había bajado. Pero la gripe aun lo fastidiaba, y lo había dejado débil.

La paradoja es que si hacía unos días estaba muy mal pero no se daba cuenta, al empezar a recuperarse y notar que se hace mayor, le dió el bajón, un superbajón.

Así que decidí decirle al comité organizador de la despedida, que no iría. Me quedaba en casa haciendo compañía a mi padre que no se encontraba muy bien. Por otra parte aprovechaba yo también para descansar y no volver a recaer en la dichosa gripe. 

Eso sí, les prometí pensar y enviarles un mail con ideas varias.

El domingo por la mañana recibo varios sms preguntando por mi padre. Y yo que alucino sobre como corren las noticias.

A mediodía me llega un sms de una amiga: "Ayer no pude ir a la cena, pero  espero que lo pasaras genial en la cena sorpresa de celebración de tu cumple"

Glups, glups y triple glups

Además, como habían asistido por la tarde a un concierto de corales, se apuntaron a la cena del cumple, incluso personas a las que apenas conozco. 
¡Dejé, sin quererlo, a un montón de gente colgada! 

María, la persona que organizaba la cena de cumple, ella tan amable y muy discreta, al saber que mi padre no se encontraba bien, no quiso insistir ni decirme nada de la sorpresa. 

La parte positiva es que  me han dicho que se lo pasaron genial

Y yo, sin saber nada, también estuve bien con mis mayores.

Para redondearlo, aunque no estuve presente, de alguna forma me ha llegado muy dentro, el cariño de todos ellos.

¡Qué grande es Quien nos da los amigos y la familia¡