Tengo a los dos sobrinos más peques durmiendo en casa. Han tenido un hermanito, que junto a sus papas (mi hermano y cuñada) duerme placidamente en el hospital.
Los que sois padres lo vivís cada día, pero para mi es todo una aventura.
Por la mañana, día laborable, levantarlos, que vayan al lavabo, vestir a la peque con su vestidito, darle la ropa al de cinco años para que se vista solo, lavarles la cara, peinarlos, recordar que hoy tocaba chandal y volver a cambiar a la peque, desayunar, revisar la mochila, darme cuenta de que el niño se ha puesto el pantalón al revés, cambiarlo, preparar el desayuno para el cole ...
Y en medio de esta frenética actividad matutina, ellos no pierden la calma.
Yo me levanto de la cama con todo planeado para conseguir el objetivo final: salir de casa puntuales.
Ellos en cambio, tienen una impresionante capacidad para despertarse y simplemente vivir. Pasan de dormir a estar despiertos, sin mayor preocupación sobre en qué va a consistir su jornada o si hay cambio de planes.
Mientras yo voy a lo práctico (todo lo de arriba), ellos combinan el vestirse con despertar a la muñeca, peinarse con dame ese libro, desayunar con cuéntame un cuento, y en los intermedios que si ahora me pongo una zapatilla y un zapato, después me convierto en un mago y hago desaparecer la mochila, mira el dibujo de los cereales...
Sería ideal encontrar un término medio, entre ese "vivir en otro planeta" de los peques y el agobio matutino de los adultos, que a veces dura toda la jornada, sufriendo porque nada se salga del plan previsto.
¿A que sería genial? Ser responsables pero con una confianza plena en que salga lo que salga, va a ser para bien. Y así no perder la sonrisa.
Ah, y mi total admiración a los padres que lidian con los niños a primera hora de la mañana para poder llegar puntuales, cada uno a su destino. ¡Y eso lo repiten cada día!
Estupendo, Miriam, soy capellán de un colegio y veo a los pequeños así, como tú les describes. Ese presente de los niños es lo más parecido a la eternidad, que se define como un continuo presente! Gracias
ResponderEliminarSoy estructurado en las cuestiones “formales” de la vida: horarios, puntualidad y todas las etcéteras, y este escenario que describís lo viví toda la primaria y secundaria; aún hoy, adultos mis hijos tienen como una especie de... no se describirlo... vivir las cosas al límite; para mi -por ejemplo- es importante llegar a una reunión tiempo antes, para ellos no... es como si la imprevisión no existe para ellos.
ResponderEliminarLas experiencias no se transmiten, todavía, no lo aprendí... a ellos les sirve para reforzar su base de datos.
Un gran abrazo Miriam. Gracias!
Verdaderamente, son mundos distintos. Pero lo de los niños da que pensar.
ResponderEliminar¡Mucho ánimo y felicidades a los padres! ¡Valientes!
Sería genial, como dices, que tuvieramos esa alegría, esa confianza natural que tienen los niños.
ResponderEliminarPido al Señor que nos lo conceda, pues ya se nos dijo que para entrar al Reino de los cielos hay que ser como un niño :)
Un abrazo.
Buenas tardes Miriam. Iba a comentar pero leyendo a don Joan Carreras, suscribo + 18%IVA. Niña te mando un abrazo eterno.
ResponderEliminarD Joan: Que suerte poder trabajar cerca de los peques. Me ha encantado la definición de eternidad como continuo presente. Me la quedo para pensarla cada mañana al ponerme en marcha Gracias¡
ResponderEliminarClaudio: tu comentario me ha hecho pensar en lo divertido que es no conocer el futuro. Vveremos si con los años tus hijos se acercan a las costumbres de su padre, y acuden a ti para comentar extrañados, como pueden vivir sus propios hijos sin seguir planes. O quizás sean los nietos los que hereden las costumbres de los abuelos. O ninguno, o todos Veremos ¡
Altea: Me encanta el mundo de los niños, aunque reconozco que son agotadores. Por eso los padres, todos los padres, que dan su vida generosamente por sus hijos, tienen muuucho mérito y merecen un Bravo¡.
Andy: Durante mucho tiempo daba catequesis a los peques. Además de pasármelo genial aprendí muchísimo¡¡ Tengo que volver a encontrar un sitio en donde necesiten catequistas de fin de semana¡
Nip: Ja ja ja… Tu comentario tiene más de un 18% de valor añadido . Mogollón de gracias por comentar y … por llevar ya varias semanas sin cambiar tu blog de sitio ;O) (¿No tienes otro blog, verdad? Si me estoy perdiendo algo, avisa¡)