En el dedo gordo de la mano derecha, justo en el centro de la huella dactilar de mi dedo gordo, vacila una gotita de sangre. El viento, ese que a traición me ha robado el pañuelo, rodea el estanque sin poder parar de reír.
La zarza, esa que ha recogido mi foulard y lo ha escondido entre sus hojas, se agita divertida. Todo sea dicho, feliz, pero con una espina menos.
Los árboles cercanos, orgullosos de su amigo, hacen la ola al viento.
El estanque, diplomático, permanece quieto
Mi rostro con expresión de enfado.
Mi pobre dedo con un pincho ensartado enmarcado en rojo.
Se acercan dos niños corriendo y gritando: ¿Has visto la rosa-alianza oculta en la zarza? Sólo se deja ver por personas amadas.
Aguzo la mirada (urgente ir al oftalmólogo, cada vez veo menos). Entre la zarza y las hojas revueltas, escondida se asoma una hermosa rosa blanca.
Al momento esparce su aroma, fresco y risueño. Su esencia a ternura se me enreda en el pelo.
Y se vuelve a esconder.
No importa ya la risa del aire, las burlas de la zarza y el balanceo de los árboles.
No siento la sangre, el dolor o la espina.
Me pongo el pañuelo en el cuello, me saco la espina y sigo mi camino.
Serena el alma, el cabello esenciado, el corazón pleno. Soy amada. ¿Qué más da lo que diga el viento?
Los niños ¿la habrán visto? Me giro y los miro; siguen con sus juegos.
Hola Miriam !
ResponderEliminarEs precioso lo que escribes, en más de alguna ocasión he leido relatos similares, que ahora mismo no sabria como describir si són Poesias o Leyendas...no se si me explico, bueno..en tal caso són preciosas y esta que nos presentas " En el dedo gordo " hermosa, da gusto leerla, te felicito y gracias por compartirlo :)
Un abrazo !!!
Gracias guapísima.
ResponderEliminarOye... espero entrada en tu blog hoy, día de Sta Teresa. Vale?
Me encanta porque siempre explicas algo por mi desconocido de Santos o celebraciones muy conocidas.
Vaaa, aunque si vas muy liada, lo escribas el sábado..