Rosa pacífica del lunes
Lunes por la tarde; desaparece el chupete de la muñeca, la del vestido con rosas. Su carita de plástico suena a llanto, ese que normalmente calma el chupete y ahora no hay quien lo detenga.
La muñeca repite el “buaaa buaaa buaaaa , mamá, papá” para volver a empezar con el “buaaa buaaaa”. Al principio con mucho sentimiento, al rato con voz cascada, casi sin pilas, o según definición del hermano de la propietaria, con voz de dolor de barriga
Se repite cíclicamente, sin parar. Al rato encontramos el chupete, en el cochecito de la peque.
Se lo colocamos en la boca del juguete y vuelve la paz.
Paz añorada, que llega hoy con un silencio de la del vestido con rosas.
Mañana quizás con un paisaje, una caricia, una canción, un aroma, una conversación o un recuerdo.
Con una oración
Esa paz tan necesaria . Sólo hay que saber cómo o dónde encontrarla
Si la encontráramos tan facilmente como poniéndole el chupete a una muñeca... ¿verdad?
ResponderEliminarLa vida ajetreada que llevamos, casi sin tiempo para parar a comer, no digamos a hecer un rato de oración, está pidiendo a gritos un poco de silencio para que podamos encontrar la verdadera Paz.
Un abrazo!
Toda la razón del mundo. Qué fácil sería si todo se calmara con un chupete.
ResponderEliminarCuesta parar, frenar la cabeza, estar con los pies en el suelo y la cabeza en el cielo.
Toda la razón del mundo, eligelavida
(por cierto, felicidades por tu blog. Por si el ruido del día a día te cansa en algún momento, no lo dudes, tu blog hace muchísimimo bien¡¡)