Sueño de ruleta

En la ruleta. Llevo un rato al lado de la mesa, aprendiendo el juego, la crupier me mira de reojo.

En mis manos, la ficha rosa va dando vueltas. Ahí va toda mi vida, mis sueños, mi pasado y mi futuro. Mis ojos se deslizan por la mesa, por los números, los pares, impares, colores… intentando localizar que número va a ser el próximo ganador Necesariamente el futuro tiene que haber dejado una señal en el pasado de los recuadros ganadores. Sólo es necesario que yo sepa verlo.

A la voz de la crupier cesan las apuestas y la bola sale disparada a girar sobre la ruleta. Mis ojos se dirigen a ella. La bola ya ha parado, la crupier despeja la mesa. La próxima será mi jugada

Al instante la mesa se transforma Ya no se deciden números o colores

Las apuestas son nuevas: trabajo, pareja, ciudad, amigos, dinero, salud, familia... Cada una escrita sobre un dibujo: arado, anillos, mapa, manos, billetes, cuerpo, familia...

¿Dónde apuesto? ¿Quién gana? Voy a colocar la ficha; aún no sé donde. No quiero perderlo todo. ¿Qué es lo que me hará feliz? ¿y si no me la juego?

Mas ella sola, mi ficha, se desliza y cae en un rectángulo que no había visto. Lleva escrito “Gana siempre”

¿La dejo allí y  pierdo trabajo, amigos, salud, dinero, amores? Pero pone gana siempre. ¿Será verdad?

Respeto la decisión de mi ficha. Voy a la apuesta segura : "Gana siempre"

Debajo dibujado un rosario, con su cruz y con la imagen de la Madre.