De este himno me quedo con eso de
Yo, cien mil veces caído,
os suplico que me deis
la vuestra, y me levantéis
porque no quede perdido.
Del oficio de lecturas
Ninguno del ser humano
como vos se pudo ver:
que a otros los dejan caer
y después les dan la mano.
Mas vos, Virgen, no caíste
como los otros cayeron,
que siempre la mano os dieron
con que preservada fuiste.
Yo, cien mil veces caído,
os suplico que me deis
la vuestra, y me levantéis
porque no quede perdido.
y por vuestra concepción,
que fue de tan gran pureza,
conserva en mí la limpieza
del alma y del corazón,
para que, de esta manera,
suba con vos a gozar
del que solo puede dar
vida y gloria verdadera. Amén.
Precioso himno.
ResponderEliminarQue Ella te cubra con su manto.
Un beso. Feliz día de Adviento.
No se puede leer el chiste del sábado.
ResponderEliminarUn beso.
Buenas tardes Miriam. Yo también me quedo con él.Un abrazo
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