Cerró los ojos para poder percibir mejor.
Se intuía claramente el Amor de un Dios que se estremece con nuestro miedo.
Y tanto lo siente que no puede permanecer quieto en el cielo. Y se acerca.
No manda un mensajero que nos suba directamente arriba.
El personalmente baja y nos busca en nuestra miseria.
Para que ya nunca, jamás de los jamases, pase lo que pase, podamos dudar de su acogida, de su inmenso abrazo.
Abrió los ojos. Besó los pies del Niño.
Se levantó para hacer la lista de la compra de Nochebuena.
En su cara, asomaba una leve sonrisa. Porque el Amor de todo un Dios, contagia esperanza aun en las penas.
Buenas tardes Miriam."Él baja y nos busca en nuestra miseria".He aquí el secreto de nuestra gran alegría.Un abrazo.
ResponderEliminarUf, qué fuerte, no se puede por menos que leer las cuatro de un tirón. Qué dura es a veces la vida, qué cerca tenemos la solución y con qué frecuencia lo olvidamos.
ResponderEliminarBueno, con unos días de adelanto aprovecho para decirte Feliz Navidad, que el Señor te bendiga a ti y a tu familia y que pases unas felices fiestas con tus seres queridos. Que el niño Jesús nazca de nuevo en tu corazón.
ResponderEliminar.
He dejado un post en mi blog felicitando las navidades con un himno que se canta estos días antes de la Navidad, por si quieres escucharla.
.
Un abrazo y mis mejores deseos. En Cristo y María.
.
Javier
¡Que bonito Miriam! Feliz Navidad para toda tu familia y que el Señor os bendiga
ResponderEliminarAsí es, Él borra nuestras tristezas... Él nos restituye el aliento.
ResponderEliminarMe estremecí leyendo las cuatro parte de tu entrada...
Un abrazo.
El Eterno entra en el espacio y en el tiempo. Viene a salvarnos, a decirnos que Dios nos ama por encima de todo y que su amor es más fuerte que el pecado, el mal y la muerte.
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminarMe hacía falta leer algo así.
Feliz Navidad.
Buenos días Miriam.
ResponderEliminar¡¡Feliz y santa Navidad!!
Un fuerte abrazo.
Me lo contó la señora de la tienda de pulseras. Unos días antes de fiestas, su hija había aparecido con los tres niños, en casa de sus padres (o sea en la de la señora de la tienda) para instalarse unos días y dejar solo al marido, como "medio de presión o para hacerle reaccionar".
ResponderEliminarLa de la tienda llevaba un disgustazo tremendo, pero intentaba que los demás, sobretodo los nietos, no lo notaran.
Me sorprendió muchísimo el comentario final de la señora: "¿Qué he hecho mal?"
Pero Dios, Dios siempre está allí para no djar que nos hundamos en nuestros desastres
Sobre la chica, aunque el problema entre la pareja no se ha solucionado del todo (no es cosa de dos días), ha vuelto con los niños, a su casa, a vivir con su marido y padre de los niños.