En Calcuta, sister Celia acoge a los voluntarios con una sonrisa. Enseña a lavar la ropa como la lavan allí.
Separar la ropa de los peques del hogar. Colocarla en un barreño con agua. Luego en otro con jabón. Pisarla, como quien vendimia uva. Traspasarla a otra palangana. Enjuagarla. Colgarla en cables, sin pinzas, o extenderla en el suelo.
La imagen final, un montón de ropa de niños extendida por el suelo, es preciosa. Lástima que he perdido las fotos, y no las puedo colgar.
La sister, todo lo explica con una sonrisa, en un ingles algo especial. Se preocupa por nuestra espalda, hace especial hincapié en como hay que levantar los barreños pesados, para no hacerse daño.
Los voluntarios vienen y se van. Pocos hay que duren más de tres semanas. Es un voluntariado que tiene más de experiencia que de ayuda.
Pero la sister no se cansa de enseñar, de asumir los errores de esos eternos principiantes.
Siempre con una sonrisa.
Que bonita la vida de un misionero y que dura. Ojalá no hiciesen falta, pero la labor de estas mujeres y hombres son de un valor suprahumano. Que Dios los bendiga. Un abrazo.
ResponderEliminarSillónde papá. Sí, son personas que dan su vida, su vida, y eso se dice rápido. Dar un tiempo es más fácil, pero darlo todo... ufff
EliminarVaya, hombre! Qué sorpresa! Calcuta!!! Una hermana de mi comunidad lleva allí desde agosto y es impresionante todo lo que cuenta; en medio de tanta pobreza, es precioso todo.
ResponderEliminarMe hace "gracia" lo de la sister que enseña a lavar, ¡hasta callos le han salido a esta hermanilla de tanto lavar!
Muchas gracias!
Fiat, estuve en Calcuta hace años, en el 2005. Muy poquito tiempo, lo que daban las vacaciones. Pero lo disfrute muchísimo... Y mi admiración por las sisters y por los misioneros, que lo dan todo. Yo sabía que si tenía problemas, si me sentía mal, siempre podía cambiar el billete y volver a casa. Ellas lo dan todo y para siempre
EliminarLeí en tu blog algo de una chiquita a quien habias dado, creo que era catequesis y se había ido de misiones. Supongo que será ella.
Seguro se apoya mucho en tus oraciones, van muy bien para los momentos de bache, que también los hay, sobretodo cuando estas mucho tiempo fuera de casa
Bss
Con más misioneros, el mundo sin duda sería diferente. Qué linda imagen debe ser la de ver ropita limpia secándose al sol.
ResponderEliminarGabri, era preciosa la ropa al sol. REcuerdo unos vestiditos, como unos treinta, todos iguales en dos colores, granate y más rosado.
EliminarEn el suelo del terrado, al sol. Con alguna camiseta intercalada entre los vestidos.
Era como un cuadro
Una acción llena de amor, sin duda.Hermosos gestos de caridad y solidaridad.
ResponderEliminarTe dejo mis saludos y que tengas un feliz domingo.
Rayen, gracias por la visita¡¡
EliminarEs genial encontrarse con gente dispuesta a ayudarte con una sonrisa, personas que se preocupan por la persona que tienen al lado, aunque esten agotados.
Es genial¡
Buenos días Miriam. ¿Estás en Calcuta? creo entender que sí, ¡Qué maravilla! haz caso y cuida esa espalda. Un abrazo.
ResponderEliminarNIP. No estoy en Calcuta :O( Estuve un verano, hace años, y se me quedó tan dentro, que es como si estuviera allí
EliminarLo de la espalda, era tremendo. No solo por la ropa. Cuando entrabas en el hogar de los niños, se tiraban encima, saltando y subiendose a mi espalda o en brazos Era su ilusión, que los alzáramos. Al segundo día, aprendí a entrar y corriendo resbalar y sentarme en el suelo, desde donde podía jugar sin miedo a que me saltara alguien por la espalda ja ja ja.
De todas formas gracias por el consejo, me lo aplico también aquí en Bcn, la espalda es importante¡