Volviendo del cole, me dice el sobrino que está cansado, agotado.
Propone pedir a quien sea, un tren que lo recoja en la puerta del cole y lo deje delante de casa.
Lo piensa un poco más y amplia su propuesta.
Quiere un tren que recoja a todos los niños y los deje a cada uno en la puerta de su casa.
Me sale el ramalazo práctico.
Le hago ver que el último de los niños llegaría tardísimo a su casa.
- ¡Anda! Eso no lo había pensando
- De todas formas la idea es buena.- le susurro aprentándole la mano.
Y es que me ha encantado ese gesto, ese pensar en el resto de los niños.
Buenos días Miriam. Algo así debió pensar cada alcalde de turno pidiendo un AVE para su cole.Un abrazo.
ResponderEliminarJA ja NIP, genial el comentario.
ResponderEliminarNo había caído en que tengo un sobrino que va para alcalde pide-AVES....
O que el nivel intelectual de algunos alcaldes es el de un chaval de 6 añitos.