¿Quién se lo podía imaginar?
Los ojos se llenan de lágrimas
Porque ya ha venido a rescatarnos.
Sí, va en serio,
estamos salvados
en persona.
Como lo más pequeño e indefenso,
para decirnos que nunca más estaremos solos
Y que sí, que nos enteremos de una vez,
que si hay que hacerse débil para que entendamos
que su Amor es Inmenso,
para que así podamos acercarnos a Dios...
Dios se hace Niño
Y mientras nos agarra el dedo,
con su mano de bebé,
nos promete sonrisas y amor para siempre
y poder sentarnos a su vera
al ladito del Rey del Universo.
Realmente, impresiona.
ResponderEliminarGabriela.. gracias por tus comentarios, constantes y originales, aunque yo no contesto y ahora casi ni escribo en los otros blogs.
ResponderEliminarPor eso mismo, porque me doy cuenta del esfuerzo que suponen, un millón más de gracias¡